En la Comisión Primera del Senado sucumbieron los intentos del Centro Democrático por establecer estos castigos.
En la Comisión Primera del Senado se hundió el proyecto de ley que buscaba básicamente castigar el ausentismo de los senadores y representantes a la Cámara. Teniendo en cuenta que el ausentismo parlamentario es tal vez una de las mayores críticas que la ciudadanía constantemente expresa sobre el desempeño del Congreso, se quiso fijar un reglamento robusto al respecto.
Sin embargo, justamente por falta de quórum el intento del Centro Democrático –colectividad autora del proyecto– naufragó en la presente legislatura y el proyecto de nuevo tendrá que ser presentado.
Al respecto, hoy en día es fácil encontrar sesiones disueltas, debates de control político que no se llevan a cabo o proyectos de ley que se demoran en su trámite, todo por la falta de quórum que genera la ausencia de los parlamentarios en las sesiones.
El senador uribista Alfredo Rangel Suárez, ponente del proyecto, dijo que “a los congresistas de la Unidad Nacional les interesa los proyectos con los cuales pueden chantajear al gobierno y sacar mermelada pero este es un proyecto de la oposición que castiga la inasistencia y seguramente por esa razón no fue de interés”.
La queja constante es que a muchos congresistas parece que les gusta sólo registrarse al comienzo de las sesiones y luego irse para la casa a “ganarse” lo que no han devengado.
La iniciativa establecía sanciones pecunarias efectivas que debían ser impuestas por los presidentes de las comisiones y de la mesa directiva del Congreso para los que ausentistas.
El senador Alfredo Ramos, principal autor de la iniciativa, volverá a radicar el proyecto el próximo 20 de julio en un nuevo intento por castigar a los congresistas indisciplinados.