A continuación los principales datos sobre el archipiélago que seguirá bajo jurisdicción colombiana, pese a que Nicaragua amplió su frontera en el Caribe.

Bogotá. La Corte Internacional de Justicia ratificó este lunes la soberanía de Colombia sobre el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, incluidos siete cayos que reclamaba Nicaragua.

Sin embargo, el fallo le cercenó a Colombia una amplia zona sobre el mar Caribe rica en recursos petroleros y pesqueros al modificar la frontera marítima entre los dos países.

A continuación los principales datos sobre el archipiélago que seguirá bajo jurisdicción colombiana, pese a que Nicaragua amplió su frontera en el Caribe.

- El archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina es un grupo de islas del mar Caribe pertenecientes a Colombia, conformando el único departamento de este país sin territorio continental.

Este conjunto de islas, cayos e islotes se localiza sobre una plataforma volcánica del Caribe suroccidental, a unos 720 kilómetros del noroeste de la costa colombiana y a 110 kilómetros de la costa nicaragüense.

- El territorio del archipiélago posee una extensión total de 350.000 kilómetros cuadrados. La extensión de la tierra firme emergida de islas, cayos e islotes suma 52,5 kilómetros cuadrados, lo que lo hace el departamento más pequeño de Colombia en lo que a superficie se refiere.

Las dos islas principales presentan relieves y constitución de rocas diferentes.

- La zona tiene grandes posibilidades de explotación de recursos petroleros y pesqueros, de acuerdo con algunos estudios de autoridades gubernamentales.

- La población total del archipiélago es de 74.500 habitantes.

- El archipiélago en general carece de corrientes de agua dulce, excepto la isla de Providencia; por tal motivo tienen gran importancia las aguas subterráneas que son aprovechadas al máximo. En la actualidad, la isla de San Andrés cuenta con una planta desalinizadora que surte parcialmente del líquido a la población.

- Por su localización en la zona intertropical, el archipiélago se caracteriza por las altas temperaturas que registran un promedio anual de 27,3 grados centígrados. La influencia de los vientos alisios, que soplan del noreste, determina en parte las épocas lluviosas que comienzan en mayo y alcanzan su máximo en octubre y noviembre, prolongándose hasta diciembre.

Las altas temperaturas y los vientos se conjugan en un clima cálido semi-húmedo. A pesar de estar ubicada en mar abierto en el Caribe, no es frecuente que el archipiélago esté en el curso de huracanes y tormentas tropicales, sin embargo ello no la pone por fuera de las consecuencias de los mismos.

- La economía del departamento de San Andrés y Providencia está basada principalmente en el turismo y el comercio. A diario llegan a las islas varios aviones procedentes de diferentes ciudades colombianas y algunos del exterior, en busca de esparcimiento y descanso.

Las actividades de comercio y turismo son complementadas por las de agricultura y pesca de subsistencia, que son insuficientes para abastecer las islas y ello hace que del interior del país se deba transportar la mayor parte de los víveres de consumo cotidiano, tanto para los naturales como para los turistas.

El principal producto agrícola explotado comercialmente en el archipiélago era el coco, pero además se producía aguacate, caña de azúcar, mango, naranja, ñame y yuca, las cuales fueron decayendo por daños en el suelo y el urbanismo de muchas áreas.

Con la declaración del puerto libre y las migraciones de población del interior del país, además de extranjeros procedentes de Oriente Medio, se dio impulso a la actividad turística y comercial ante los bajos costos de mercancías como electrodomésticos.

- Por años los habitantes se han quejado de abandono por parte de Bogotá. Pese al aumento de la inversión social en los últimos gobiernos, en la isla en visible la pobreza y el desempleo.

- Colombia mantiene una importante presencia militar en el archipiélago con tropas de la Policía Nacional, La Fuerza Aérea y la Fuerza Naval, que ejercen soberanía y mantienen, con el apoyo de Estados Unidos, operaciones contra el narcotráfico.

Las islas y esa zona del Caribe son usadas con frecuencia por los cárteles colombianos para enviar cargamentos de cocaína a Estados Unidos a través de México y otros países de Centroamérica.