Federico Franco es un hombre percibido como afín al sector privado y de buena llegada con empresarios y productores agrícolas, se transformó en el primer representante del Partido Liberal en llegar al poder en 70 años.
Asunción. El liberal Federico Franco asumió este viernes la presidencia de Paraguay en medio de la conmoción política que causó la destitución del mandatario socialista Fernando Lugo, a quien acompañó en la fórmula electoral del 2008 y luego convirtió en su rival y blanco de duras críticas.
El ahora ex vicepresidente, un hombre percibido como afín al sector privado y de buena llegada con empresarios y productores agrícolas, se transformó en el primer representante del Partido Liberal en llegar al poder en 70 años después de que un breve juicio político separó a Lugo de su cargo.
Médico de 49 años y oriundo de una familia con fuerte tradición política, Franco chocó con Lugo a poco de haber triunfado en las elecciones y en el círculo íntimo del ex obispo destituido el viernes era visto como el "eterno conspirador".
"Les pido que me ayuden. Tengo ganas, tengo voluntad, experiencia, tengo salud, pero no tengo todos los conocimientos", dijo durante su discurso de asunción.
"Quiero que me ayuden y quiero el 15 de agosto del año que viene al presidente o presidenta electa democráticamente entregar un país organizado sin más muertes, con tolerancia, sin discusión", añadió en referencia a la fecha de cambio de gobierno prevista tras las elecciones del 2013.
Franco nunca dejó de recordar a Lugo y a quien hiciera falta que fueron los votos de su partido los que le permitieron llegar al poder. La victoria de la heterodoxa fórmula puso fin en el 2008 a 60 años de gobierno del conservador Partido Colorado, acérrimo rival de la agrupación liberal.
Su reclamo de darle más participación a su organización política, a la que veía como "socio mayoritario" de la coalición oficialista, en la designación de cargos y la elaboración de programas, no fue atendido.
Franco cuestionó públicamente varias acciones de su propio gobierno que dejaron al descubierto su desacuerdo con las ideas socialistas de Lugo, como el apoyo a organizaciones campesinas que reclamaban tierras.
Esa actitud le valió constantes y severas críticas de referentes del ala izquierda de la alianza de Gobierno, quienes lo acusaron de buscar la destitución de Lugo, señalamientos que Franco siempre rechazó.
Un episodio vinculado a la ocupación de tierras fue el que detonó el juicio político a Lugo, que los legisladores de la oposición derechista promovieron tras la muerte de seis policías y once campesinos durante un desalojo rural, el más sangriento en décadas.
El retiro del apoyo de los liberales fue crucial para precipitar la salida del mandatario.
Tradición familiar. Franco ingresó a la política de la mano de su padre Cástulo, quien fue dirigente del Partido Liberal durante la dictadura del colorado Alfredo Stroessner, derrocado en 1989 luego de 35 años en el poder.
Segundo de seis hermanos de una familia que describe como de "médicos y de liberales por antonomasia", en referencia a su profesión, que comparte con dos de sus hermanos y con su padre, y a su activismo político.
La fuerte presencia en la arena política de su familia -su hermano también fue vicepresidente hasta el 2003- ha despertado frecuentes acusaciones de nepotismo y tráfico de influencias, que Franco siempre refutó.
"Somos una familia querida. Y no soy presumido, hemos ganado y hemos perdido también, pero somos la familia que más elecciones ganó en el Partido Liberal", dijo Franco durante su campaña a la vicepresidencia.
Antes de cumplir 30 años fue electo concejal municipal de Fernando de la Mora y cinco años después ganó la alcaldía. Luego fue gobernador del departamento Central, el mayor colegio electoral del país, consolidándose como un líder del Partido Liberal, que presidió en el 2008.
Crítico del socialismo del siglo XXI, Franco se ha manifestado contrario al ingreso de Venezuela como socio pleno de la unión aduanera Mercosur, un proyecto que todavía está pendiente de aprobación en el Congreso paraguayo, y a iniciativas que impliquen aumentar impuestos a grupos de poder como los agroexportadores.