Pese a todos los pronósticos, el escritor Roberto Ampuero fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores, donde su principal desafío será la demanda marítima boliviana. Desde ya, el designado canciller carga con una serie de polémicas.
Santiago. Sorpresa causó el nombramiento de Roberto Ampuero como ministro de Relaciones Exteriores, para el segundo mandato del presidente electo Sebastián Piñera.
En una mediática presentación del gabinete, destacó la designación de Ampuero, en un cargo en el que el principal candidato era el excanciller de la pasada administración, Alfredo Moreno.
Pese a todos los pronósticos, finalmente el escritor se transformará en el jefe de la diplomacia chilena, donde su principal desafío será la demanda marítima boliviana en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
No obstante, el designado canciller carga con una serie de polémicas en el último tiempo, especialmente durante la última campaña presidencial, luego que criticara duramente al entonces candidato oficialista, Alejandro Guillier, a quien comparó con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
“Nicolás Maduro respalda al ‘compañero Alejandro Guillier’. Esto no es campaña de terror, sino lisa y llanamente la campaña del chavismo y castrismo en favor de Guillier“, aseguró Ampuero en redes sociales, adjuntando la imagen de un falso tuit del mandatario venezolano.
La polémica con Víctor Jara. Asiduo a las redes sociales, el escritor encendió una dura polémica cuando aseguró que las canciones de Víctor Jara promovían la discriminación en contra de la clase alta.
Todo surgió a propósito de un comentario de la diputada Karol Cariola, quien aludió a los votantes de Piñera como personas de “pelo muy rubio”. Ante la declaración, Ampuero salió a contestar a la parlamentaria aludiendo a una de las canciones más populares del fallecido cantautor.
“Discriminación racista que practica izquierda en Chile contra personas de pelo rubio, como lo hace diputada Cariola (PC), es de vieja data: ya Víctor Jara cantaba contra los rubios del Barrio Alto. ¡Rechacemos discriminación y odio racial en Chile!”, tuiteó el exsecretario de Estado.
Aunque, esta no fue la primera vez que Ampuero se ve envuelto en una polémica con Víctor Jara, luego que se negara a conmemorarlo en 2013.
En la oportunidad, el exministro de Cultura planteó que no tenían ninguna actividad para conmemorar a Víctor Jara por un problema de derechos sobre las imágenes del cantautor.
Pero otro otro lado, Gloria König, directora ejecutiva de la Fundación Víctor Jara,declaró a Radio Bío Bío que ellos no habían recibido ninguna solicitud por parte de alguna institución del Gobierno, salvo hace 3 años.
Su “conversión” al liberalismo. Sin embargo, quizá lo más controvertido del perfil de Ampuero, sea el hecho de haberse “cambiado de bando”, luego de renunciar a su militancia en las Juventudes Comunistas en la década de los setenta, para pasar a ser un liberal.
Según ha reconocido, su paso por la Cuba de Fidel Castro terminó por desencantarlo del sistema, por lo que decidió en 1978 regresar a Alemania Oriental y traspasar el controvertido muro que dividía Berlín en la época de la Guerra Fría en 1983, para retornar a Chile.
Su “conversión” quedó de manifiesta luego que en 2009 cuando apoyó explícitamente la campaña de Sebastián Piñera, integrándose al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes tras su triunfo.
Un año más tarde fue nombrado embajador en México hasta junio de 2013, cuando es nombrado como ministro presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
En entrevista con Radio Bío Bío, Ampuero reconoció que “a los 17 años me hice comunista, a los 18 ingresé a las Juventudes Comunistas, era muy joven y me dejé llevar por el espíritu de la época, algunas cosas que había leído, el diario El Siglo, información sobre países socialistas”.
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“Abracé esa causa pensando que era una vía de desarrollo para Chile, tanto en lo democrático, como en lo económico y social. Años después, en 1976, cuando estaba en La Habana, yo renuncio a la Juventud Comunista, diciendo “¿sabe qué más? Esto del Castrismo no lo quiero ni a cañones, ni tampoco al Pinochetismo”, aseguró.
“El Partido Comunista puede mandar saludos a los nuevos dirigentes de Corea del Norte, que es el régimen más atroz que existe en el mundo por sus violaciones a los derechos humanos, y no tiene costo político, prácticamente no lo tiene”, sentenció.