A sus 39 años, Emmanuel Macron conquistó el Palacio del Elíseo. Toda una marca. El asombroso ascenso del alumno adelantado de la banca promete cambiar el panorama político en Francia.
Era perseverante y más maduro de lo que indicaba su edad, dicen de él sus antiguos compañeros en la elitista Escuela Nacional de Administración sobre Emmanuel Macron. A los 15 años conoció a la mujer de su vida, 24 años mayor que él. A los 27, dos carreras universitarias y un buen puesto gestionando finanzas públicas en la bolsa. A los 29 se casó con su antigua profesora de latín. Con 31 entra en la prestigiosa banca Rothschild, convirtiéndose luego en socio de la influyente casa y ganando treinta millones. Una carrera brillante.
Parece inteligente, aburguesado en cierto modo. Sin aventuras, todo normal.
Hacia la cúspide. Pero eso no era suficiente para el joven de buena familia. Estudió Filosofía y Administración de Empresas pero su aspiración era la política. El ex asesor presidencial Jacques Attali, amigo de su padre, le pone en contacto con los altos círculos del Partido Socialista y con el, más tarde, presidente François Hollande. Como banquero de éxito, Emmanuel Macron empieza como su asesor en Economía. De 2014 a 2016 fue ya ministro. La adscripción a los socialistas fue sólo una formalidad para Macron, ya que no hubiera podido afrontar una campaña. Hasta la fecha, no ha ocupado ningún cargo de elección popular. En realidad tiene poca experiencia en los lances de la política habitual.
"¡En Marcha!". En el verano de 2016, tras una disputa interna, evitó ser relavado del cargo por Hollande renunciando antes. Su jefe lo dejó caer. Sin embargo, se le da bien motivar a la gente, inspirarla. Hace apenas un año fundó un movimiento (no un partido), que incluye sus iniciales antes del nombre: E. M. 'En Marche!' es bastante indeterminado y, de hecho, estuvo bastante tiempo sin un programa político específico. Los 130.000 integrantes del movimiento hicieron campaña por la joven esperanza de la política francesa, aupándolo al Elíseo en París.
Buena suerte en el juego. En realidad fue un golpe de suerte. Para la mayoría de los franceses, no era particularmente popular. Sus reformas económicas al frente del ministerio recibieron la enérgica oposición de los sindicatos. Con declaraciones como que "Francia necesita más jóvenes que quieran llegar a ser multimillonario" o "quien trabaje duro, seguro que puede pagarse un traje", no levantó simpatías. Sólo gracias al escándalo de que el candidato conservador, François Fillon, había pagado sueldos ficticios con dinero público a sus familiares pudo Macron entrar en la segunda vuelta.
Ante la alternativa de la populista derechista Marine Le Pen, muchos oponentes políticos apoyaron a Macron. El fotogénico novato, siempre enfundado en un traje negro, es todo lo opuesto a Le Pen. La prensa rosa lo adora en Francia. Fotos, como en las que da de comer a los nietos de su mujer, Brigitte, ganaron los corazones de los lectores.
Giro total. "Se trata de una generación completamente nueva en Francia. Todos los de cierta edad se han ido. Sarkozy, Juppé, Hollande. El campo de repente queda libre para alguien tan joven" dice sobre Macron el publicista de 92 años de edad, Alfred Grosser, en entrevista con DW. Para él, Macron es la encarnación de la "gran coalición", un hombre de centro, que toma ideas tanto de la izquierda como de la derecha. Eso es lo que necesita ahora la maltrecha sociedad francesa, analiza Grosser, que monitorea la política francesa desde hace décadas.
Ataques durante la campaña, basados en rumores y noticias falsas difundidos por internet, no dañaron a Macron. Como el de que era homosexual y mantenía una doble vida con el presidente de Radio Francia, que él mismo utilizó en un evento de campaña haciendo bromas sobre las redes sociales. La revista gay francesa 'Garçon' le trajo a continuación a su portada en un fotomontaje en el que aparecía sin camiseta, preguntándose si el presidente más joven de Francia podría también ser el presidente de los corazones.
Sólo Napoleón era más joven. Emmanuel Macron dice de sí mismo que siempre fue humilde y que no tenía grandes pretensiones. Sin embargo, "valoro mi independencia", dijo el millonario en una entrevista. Él está comprometido con la Unión Europea, quiere una buena relación con Alemania, la apertura de fronteras, tiene a los refugiados por "gente fuerte" y aboga por la globalización. Fue el único candidato que realizó tales declaraciones. ¿Será capaz de cumplirlas como presidente desde el Elíseo?
Los franceses también observan entusiasmados a la mujer que tiene al lado. Están acostumbrados a los escarceos de sus presidentes. Sin embargo, Emmanuel y Brigitte parecen ser una pareja ideal, que no propiciará escándalos. Todavía le enseña su antigua maestra, que también dio clases de teatro a Macron, cómo comportarse sobre el escenario. Ayudando en sus apariciones de campaña: que no hable tan alto, que mire a derecha o a izquierda. Brigitte, como especulan los medios en París, reinterpretará el papel de primera dama. Emmanuel Macron es el más joven presidente de Francia desde la Revolución Francesa, exceptuando a Napoleón; aunque lo que él fue nombrado en 1804 con 35 no era presidente, sino emperador de Francia.