Se trata del español Gustavo Entrala, quien dio un taller de formación a los miembros de la curia porque esa era “la manera de ayudar a una institución que probablemente sea la marca más importante de la historia, (...) la que a más gente llega y que más siglos tiene de vida”.
A mediados de 2010, un amigo le envió a Gustavo Entrala por correo electrónico una carta escrita por el Papa. El texto tenía subrayada una parte donde el Pontífice decía que la Iglesia podía evitarse algunas crisis de comunicación institucional si manejara mejor internet. Como director de una agencia de publicidad española que se dedica a la digitalización de instituciones, Entrala se sintió interpelado e hizo lo mismo que con otras marcas: pensar cómo ayudar a esa institución a entrar en el mundo online.
Continuó con algo que en su empresa, 101, es bastante común cuando detectan una oportunidad así: escribir una carta al responsable para hacerle una oferta.
“Escribí esa carta como quien le escribe a Cameron Díaz o a Tom Cruise. Pero, para mi sorpresa, a los cuatro meses y medio me llamó el portavoz de la Santa Sede”, relató a El Observador en Roma, donde brindó una conferencia en el VIII Seminario Profesional de Oficinas de Comunicación de la Iglesia, organizado por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.
El vocero papal le propuso a Entrala ir al Vaticano para dar un taller de formación a los miembros de la curia. El español aceptó sin dudarlo, porque vio que era, como el mismo afirmó, “la manera de ayudar a una institución que probablemente sea la marca más importante de la historia, porque la Iglesia Católica es la más capilar, la que a más gente llega y que más siglos tiene de vida”.
El curso fue de tres días, durante los que se trataron temas como la evolución del mundo de la comunicación, cómo se adaptan las marcas de consumo internacionales a los nuevos medios y ejemplos de gestión de crisis.
“Fue un seminario magnífico y al final les propusimos algo que los sorprendió mucho, que fue hacer un brain storming para pensar en iniciativas nuevas que podía lanzar la Iglesia Católica en internet y en el mundo digital”, detalló.
Como fruto de ese intercambio de ideas surgió el proyecto de news.va, un portal de la Santa Sede –con repercusión en redes sociales– donde se recoge en video, audio y texto toda la información que genera.
La agencia 101 ejecutó la idea, que implicó cerca de un año de trabajo y viajes Vaticano-Madrid, Madrid-Vaticano. Cuando se acercaba el final, los creativos empezaron a pensar cómo lanzar el portal de una manera efectiva. “Se nos ocurrió la idea de que el Papa tuitease”, recordó el director.
La primera vez que lo propusieron, les respondieron que “era una locura”, pero el equipo siguió investigando con el objetivo de lograrlo y descubrió que en 1931, cuando se inauguró la radio Vaticana, el papa Pío XI envió un mensaje en morse al mundo.
“Eso es muy interesante, porque es lo más parecido a un tuit, que es un mensaje breve y que buscábamos que fuera en latín”, explicó.
Entonces explicaron esto mismo en un correo electrónico a la Santa Sede, con la ilusión de que el Papa aceptara una vez conocido el antecedente. “Enviamos el mensaje y, como a la media hora, nos contestaron: ‘Ok, se va a hacer’”, apuntó Entrala.
“Vine a Roma el 27 de junio y el 28 el Papa inauguró el portal con un tuit. Tuve la enorme suerte de estar con el Santo Padre y de enseñarle qué era Twitter, qué era Facebook, cómo se maneja un iPad”. Entrala evocó ese momento como “muy entrañable y muy importante” para su vida personal, “una cosa maravillosa”. Y destacó la repercusión que tuvo el hecho: “Aunque la sociedad sea más bien descreída y parezca que la Iglesia no está nunca de moda, cuando el Santo Padre hace algo tiene una difusión universal y llega a todos lados: Japón, África, Estados Unidos… Esto apareció en un montón de programas de televisión, también en Uruguay; se enteró todo el mundo”.
Antes de llegar al momento del tuit, el arzobispo Claudio María Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, le había explicado al Papa cómo era el portal que estaban a punto de lanzar. Luego ingresó Entrala, que llevaba el iPad desde el que Benedicto XVI iba a enviar su primer tuit. Como al día siguiente se cumplía el 60º aniversario de la ordenación sacerdotal del Papa, la agencia de publicidad dispuso que el iPad tuviera fotos de ese día de 1951.
“De tal manera que cuando el Papa abrió el iPad, lo primero que se encontró fue la imagen del retablo de la catedral en donde se ordenó. Luego le enseñé cómo se manejaba y le mostré las fotografías, que eran del día de su ordenación. También estaba la tarjeta que conmemoraba la fecha. Su Santidad se emocionó muchísimo. Fue una cosa verdaderamente única, muy emotiva. El Papa iba haciendo gestos. Y me hizo comentarios del tipo de ‘el cuadro que hay en el retablo de esa catedral es de Rubens, ¿lo sabía usted?’”, puntualizó.
Según la memoria de Entrala, manejar el dispositivo “al principio le costó un poco al Papa, porque no estaba muy familiarizado con el iPad. Pero enseguida se adaptó y empezó a aumentar el tamaño de imágenes y a reducirlas”.
Cuando se le preguntó si el Pontífice se entendía bien con la tecnología, el comunicador respondió que era “muy ágil”. Y agregó: “Vi que es una persona extraordinariamente inteligente. Lógicamente, alguien de esa edad (84 en ese momento) no debe estar muy familiarizado con la tecnología, pero él captó a la primera los conceptos de lo que hay detrás. Me llamó mucho la atención porque se notaba que entendía muy rápido y muy bien”.
Según el experto, el iPad es muy intuitivo para los niños y también las personas mayores tienen una facilidad extraordinaria para dominarlo.
El mensaje que se iba a tuitear ya había sido aprobado y redactado. Era un anuncio del lanzamiento del sitio, un agradecimiento a Dios y un saludo a la gente. Antes de enviarlo, Entrala tuvo una breve charla con el Papa, en la que le explicó qué era Twitter. “Entonces él me preguntó por qué yo creía que el Papa debe estar en Twitter. Le respondí que por la gente joven. ‘Entonces, de inmediato’, me dijo, y presionó el botón para enviar el mensaje”.