Sus aportes a decisiones trascendentales en la jerarquía de la guerrilla han sido consensuados. No es un hombre de tal ascendencia sobre las FARC, como Marulanda o Mono Jojoy. Sin embargo, es hoy el hombre que encarna el ala más violenta e intransigente de la organización.

Siete correos de Rodrigo Londoño, alias Timochenko, la nueva obsesión de las Fuerzas Armadas, revelan sus pasos en los últimos ocho años en la fronteriza zona de Catatumbo, sus alianzas con el ELN y otros grupos ilegales, su labor como coordinador de algunos frentes claves de la guerrilla, sus consideraciones sobre las minas antipersona y hasta sus vínculos con gente cercana al extraditado jefe paramilitar Carlos Mario Jiménez, alias Macaco.

Dichos correos fueron conocidos por El Espectador, además de fotos suyas desde sus inicios en las FARC en los albores de los años ochenta y la última fotografía que tienen en su poder los organismos de inteligencia. Tiene apenas semanas, se le ve con un trapo rojo similar al que usaba Manuel Marulanda terciado en el cuello, dos botas pantaneras y un marcado aumento de peso.

Evidencias que constituyen apenas una radiografía de la barbarie extendida de una guerrilla que acaba de asesinar a cuatro uniformados corajudos que aguantaron, hasta donde les alcanzó la vida, la tragedia del olvido, la selva húmeda y el horror del secuestro. Tras la emblemática ‘Operación Odiseo’, en la que fue abatido Alfonso Cano, el secretariado designó como su reemplazo a Timochenko, un radical nacido en Calarcá (Quindío), el 22 de enero de 1959, que empezó su derrotero criminal en el frente noveno de las FARC y que a mediados de los años ochenta cobró protagonismo como vocero en escenarios de diálogo con el Ejecutivo.

En 1992 el gobierno ofrecía $500 millones (US$250 mil apróx.) por su cabeza. Hoy vale $5.000 millones (US$2,5 millones apróx.). Fue Cano quien lo designó para dirigir el trabajo de propaganda de las FARC.

No obstante, sus aportes a decisiones trascendentales en la jerarquía de la guerrilla han sido consensuados. No es un hombre de tal ascendencia sobre las FARC, como Marulanda o Jojoy. Sin embargo, es hoy el hombre que encarna el ala más violenta e intransigente de la organización.

Los correos a los que tuvo acceso este diario fueron extraídos de los computadores de Raúl Reyes y el Mono Jojoy. En uno de ellos, fechado el 18 de marzo de 2003, Timochenko le comenta al secretariado que el bombazo al centro comercial Alejandría, en Cúcuta, que dejó 7 muertos y 49 heridos, fue puesto por hombres suyos porque en ese lugar se movían grupos de autodefensa. “Entre los muertos hay tres paramilitares. Tanta gente afectada desdibuja el objetivo. La idea era reventar la bomba cuando hubiera menos gente”. Seguidamente informa sobre fumigaciones entre La Gabarra y Tibú y dice que cuando la guerrilla les dispara a los aviones, éstos se van y no vuelven.

El siguiente correo está fechado en febrero de 2007 y en él Timochenko reafirma la necesidad de mantener la extorsión a firmas nacionales y extranjeras y que la coordinación entre “los bloques sea más efectiva para presionar a empresas que en ocasiones hacen trabajos en áreas de algunos bloques y no cumplen con el pago de impuestos”.

Seis meses después reporta: “las minas han sido claves en este último operativo que lleva casi seis meses, parece que están saliendo de algunos sitios. La experiencia es buena igualmente en el área donde está Pastor (Alape)”. Y añade que nadie opinó en el secretariado “sobre el explosivo plástico”, así que lo devolvió.

El 25 de enero de 2008, en un mensaje de cuatro puntos, Timochenko dejó constancia de sus contactos “con la gente de Macaco” que se han mantenido por el Bajo Cauca y sur de Bolívar, nexos que van más allá del pago de impuestos y que ponen en evidencia que hombres de Macaco les pagaron a las FARC con munición. Refiriéndose a los ‘paras’ sostiene: “Tienen una guerra con los de Aguachica que se denominan Águilas Negras, que en el Vichada tenían una guerra con un tal Cuchillo, echan el cuento de que la orientación que tienen a nivel nacional es negociar con las FARC todo lo que tiene que ver con el narcótico”.

A renglón seguido, refiere el comandante guerrillero que por el Catatumbo estas bacrim estaban buscando una reunión oficial con las FARC, que ya habían hecho unos acercamientos en Arauca con alias Arcesio y Misael, a quienes además les regalaron un computador, unos carros y unas motos.

Al final, Londoño quedó a la espera de instrucciones del secretariado.

El 22 de abril de 2008, casi dos meses después de la operación Fénix en la que resultó muerto Raúl Reyes, Timochenko relata, en un muy corto mensaje, la situación general del bloque Magdalena Medio: “Desde que asumí el control de la recolección se ha venido haciendo una reserva que está en $10.000 millones” (US$5 millones). En ese email dice que están financiado todas las compras en las distintas unidades del bloque y que está apoyando a Pastor Alape. “Lograr mantener lo que tenemos es una victoria”, sostuvo entonces. Las autoridades se concentraron en la cúpula del secretariado, y ese año se conoció la muerte de Iván Ríos y de Marulanda en mayo.

Sólo hasta abril de 2010 volvió a aparecer Timochenko en un correo. Allí expresó la intención de tener acercamientos con el Eln, atendiendo órdenes de Cano, en el Chocó. Pero uno de los correos más interesantes que analizan los organismos de inteligencia está fechado el 16 de agosto de 2010. El email estaba dirigido a Timochenko y había sido enviado por el Mono Jojoy. Allí se revela que Grannobles, hermano de Jojoy, estaba completamente desbordado en la región de Arauca y que el daño que le estaba haciendo a las Farc era inmenso.

“En mi opinión no regresa al frente 10, por los delitos y faltas cometidas nos toca aplicar el reglamento de régimen disciplinario. Con la central de comunicaciones del Embo (Estado Mayor del Bloque Oriental) tiene comunicaciones (Grannobles) pero no consulta, y el conjunto de esta dirección que encabezo desconoce cantidad de hechos”. Una perla más de los excesos del comandante guerrillero que, según se sabe, sigue moviéndose en Arauca y es uno de los históricos de la guerrilla.

En síntesis, los organismos de seguridad, tal como pasó con Reyes, Jojoy o Cano, ya tienen un completo dossier de inteligencia sobre Rodrigo Londoño Echeverry. Saben que su posición armada es radical, que tiene vínculos directos con agentes del narcotráfico y enlaces con la extorsión, que ha intentado trabar alianzas con bandas criminales, el EPL y el ELN y que busca estrategias nuevas para que la propaganda radical de la guerrilla siga distribuyéndose en escenarios claves y clandestinos que intentan insertarse en la sociedad.

Pero, sobre todo, las autoridades conocen que está alineando sus posturas con las de Iván Márquez, en un binomio de comandancia que está siendo perseguido en la zona fronteriza con Venezuela. Timochenko se mueve más que nada por el Catatumbo.

Los emails incautados aportan más pistas sobre su personalidad.