Desde paquetes de beneficios definidos de manera explícita a reformas en el sistema de prestaciones de la salud pública, no existe un único modelo de seguro de salud universal.
Personas más longevas, niños que celebran más cumpleaños y menos familias empobrecidas debido a una enfermedad son apenas algunos de los espectaculares resultados obtenidos en los últimos años tras la adopción de un seguro de salud universal en muchos países.
Y parecería que la región de América Latina y el Caribe está a la vanguardia de estos cambios. Nueve países figuran en un nuevo compendio de 22 estudios de caso que analiza los avances significativos en términos de acceso a servicios de salud ocurridos en la última década, según consigna el sitio web del Banco Mundial.
Desde paquetes de beneficios definidos de manera explícita a reformas en el sistema de prestaciones de la salud pública, no existe un único modelo de seguro de salud universal. De hecho, en América Latina los enfoques varían de país en país, pero los estudios indican que uno de los objetivos compartidos por todos es garantizar que la atención de calidad llegue a las poblaciones más pobres y excluidas de la región.
“Cualquiera sea el camino elegido por los países, los seguros de salud universales son cruciales para evitar que las personas se empobrezcan debido a una enfermedad y para darles a todos la oportunidad de vivir una vida más saludable y productiva, más allá de la capacidad de pago”, explica Nicole Klingen, Directora Interina del Banco Mundial para la Salud, Nutrición y Población.
¿Qué se ha logrado en América Latina? A partir de 2005, se le atribuye al Programa Seguro de Salud Materno Infantil-Plan Nacer de Argentina haber ayudado a introducir cambios históricos en el sistema de salud argentino. Más de un millón de mujeres embarazadas y niños que carecían de seguro médico ahora tienen un seguro de salud básico y acceso seguro a estos servicios, de acuerdo al estudio.
“El Plan Nacer en Argentina apunta a cerrar la brecha [entre la población que posee un seguro y la que no] y lo hace de una manera innovadora y muy efectiva,” explica Andrew Sunil Rajkumar, economista sénior para la salud del Banco Mundial.
El Sistema Unificado de Salud financiado con impuestos modernizó el sistema de salud brasileño, creando un servicio coordinado nacional al que todos los brasileños pueden acceder. Invirtiendo fuertemente en atención primaria, la Estrategia de Salud Familiar en particular ha sido el vehículo utilizado para llevar a cabo reformas importantes, permitiéndoles a las familias acceder al sistema de salud a través de visitas domiciliarias y actividades y comunidades en pro de la salud.
A través de su programa Seguro de Salud Social, Chile ofrece una cobertura de salud casi universal a sus 17 millones de habitantes. A partir de 2005, todos los chilenos tienen acceso a un paquete básico que garantiza el tratamiento de hasta 80 problemas de salud, estableciendo tiempos máximos de espera y gastos discrecionales para tratamiento.
En 1991, Colombia estableció el derecho a la salud en su constitución. Veinte años más tarde, el acceso a los servicios de salud mejoró considerablemente gracias a un sistema nacional de seguro de salud subsidiado. Al hacer que el gobierno central sea responsable de prestar los servicios de salud, el estudio indica que este régimen subsidiado ha sido un “pilar del esfuerzo colombiano por lograr el derecho a la salud”.
Las mejoras en la salud en Costa Rica colocaron a esta nación centroamericana entre los países de mejor desempeño de la región gracias a su foco en la atención primaria. Hoy en día, la esperanza de vida y las tasas de mortalidad infantil son comparables a las de los países de la OCDE europeos, si bien ahora surgen desafíos en torno a la sostenibilidad del seguro de salud universal del país.
El acceso a la salud está consagrado en la constitución de Guatemala, sin embargo, como indica el estudio más arriba, esto ha sido muy difícil de implementar. De todas formas, los acuerdos formales establecidos en 1997 con las ONG que trabajan en el país le permiten a Guatemala prestar servicios básicos de salud y nutrición a 4,3 millones de personas, y atender las necesidades del 54% de la población rural, prestando especial atención a mujeres y niños.
Otrora un modelo para los servicios de salud caribeños, el bajo crecimiento económico significa que Jamaica enfrenta el desafío de mejorar el acceso a la salud dentro de sus limitaciones presupuestarias. A pesar de haber abolido tasas y establecido un fondo nacional para la salud en la última década, el estudio de caso apunta a resultados mixtos en términos de universalización de los servicios de salud.
Abarcando a 50 millones de personas, el Seguro Médico Popular de México está disponible a todos aquellos que carecen de seguridad social. Un pilar de la reforma de la salud de 2003, este paquete de cobertura eliminó las tasas y ahora incluye más de 200 tratamientos primarios y secundarios. En las últimas dos décadas, Perú realizó un gran esfuerzo por ampliar el acceso a la salud, sin embargo, como indica el informe, la desigualdad subsiste en áreas rurales y en las poblaciones indígenas. Al eliminar las tasas de ciertos servicios de salud básicos, el programa Seguro Integral logró reducir la mortalidad materno infantil en el país de manera significativa.
Publicado junto a ejemplos de África, Asia y Europa Oriental, se espera que estos éxitos ayuden a otros países que analizan la posibilidad de reformar sus sistemas de salud. Las conclusiones también aparecerán en una nueva herramienta para la evaluación de la salud.