El favorito es el candidato oficialista, Daniel Scioli, aunque no está claro que pueda evitar un balotaje con los opositores Mauricio Macri, que marcha segundo en las encuestas, o Sergio Massa.
Los argentinos elegirán el próximo domingo al presidente que sucederá a Cristina Fernández tras 12 años de Gobierno de la centroizquierda peronista.
El favorito es el candidato oficialista, Daniel Scioli, aunque no está claro que pueda evitar un balotaje con los opositores Mauricio Macri, que marcha segundo en las encuestas, o Sergio Massa.
Para lograr la presidencia en la primera vuelta el ganador tiene que obtener como mínimo el 45% de los votos o al menos el 40% de los sufragios con una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre su escolta.
La elevada inflación, el estancamiento de la economía, la pobreza y la inseguridad son los mayores problemas que deberá enfrentar el presidente que asuma el Gobierno en diciembre.
A continuación, los principales rasgos de los candidatos con más posibilidades de obtener la presidencia:
Daniel Sciolli. El candidato oficialista, un ex empresario y campeón mundial de motonáutica, llegó a la política en la década de 1990 tras un terrible accidente en su lancha que le costó el brazo derecho.
Siempre dentro del peronismo, formó parte de distintas facciones hasta recalar en la centroizquierda que hoy gobierna, liderada primero por el fallecido ex mandatario Néstor Kirchner y luego por su esposa y sucesora, Cristina Fernández.
Aunque no es un político de raza, Scioli -de 58 años- tiene una larga carrera que incluye cargos como diputado, vicepresidente y, en los últimos ocho años, gobernador de Buenos Aires, la provincia más importante del país. Y, sin contar a la presidenta, es el oficialista que mejor mide en las encuestas.
Su perfil políticamente moderado y amigable con los mercados lo distancia de Fernández, quien no ha titubeado a la hora de enfrentar a firmas multinacionales, al FMI o a poderosos fondos de inversión. Por eso, y por los cortocircuitos que han mostrado en el pasado, muchos analistas dudan de la relación que mantendrán si Scioli es elegido presidente.
Algunos oficialistas creen incluso que Scioli podría abandonar el programa kirchnerista ya ungido como mandatario.
Con una amplia popularidad, Fernández -que no puede presentarse a un tercer mandato consecutivo- mantendría el manejo de varios resortes del poder, con los que podría limitar la capacidad de acción del postulante oficialista.
Scioli prometió mantener políticas clave del Gobierno de Fernández como la gestión estatal de la petrolera YPF y los subsidios a sectores pobres de la sociedad, aunque dijo que impulsará las inversiones para que lleguen al país las divisas que tanto necesita para que su economía vuelva a crecer.
Para conquistar a los votantes independientes, su equipo de campaña acuñó el concepto de "cambio gradual", que combina las políticas de intervención económica del actual Gobierno con promesas de transformación. Scioli está casado con una popular ex modelo.
Mauricio Macri. El líder del partido de centroderecha PRO, de 56 años, inició su camino en la política en 1995 como presidente del popular club de fútbol Boca Juniors, cargo en el que fue reelecto dos veces.
El alcalde de la ciudad de Buenos Aires, formado como ingeniero, es hijo de un exitoso empresario de la construcción y automotriz, en cuyas empresas trabajó durante años.
A principios de la década de 1990 fue secuestrado por dos semanas y liberado cuando su padre, según medios locales, pagó varios millones de dólares de rescate.
Los numerosos títulos deportivos en Boca Juniors le sirvieron como trampolín para ser electo como diputado nacional por Buenos Aires en el 2005 y luego alcalde de la capital de Argentina por dos mandatos seguidos por el PRO, que él mismo fundó.
Macri, el candidato favorito de los mercados, ha prometido recortar la injerencia del Estado en la economía, como también reducir la inflación y el déficit fiscal argentino.
No obstante, en un cambio respecto de su discurso inicial, también ha señalado que mantendrá algunas políticas del Gobierno actual, como el control estatal de la petrolera YPF, intentando alejar los fantasmas de un giro radical a partir de diciembre.
Sergio Massa. El actual diputado por el peronismo opositor, de 43 años, se presenta a sí mismo como "el cambio justo", para intentar seducir a votantes cansados del estilo frontal de Fernández y de las amplias regulaciones sobre la economía pero que no quieren resignar los logros sociales del Gobierno.
Massa, quien fue durante seis años alcalde de Tigre, un distrito situado 30 kilómetros al norte de la ciudad de Buenos Aires, se considera el único candidato presidencial que puede vencer al oficialismo en un eventual balotaje en noviembre.
Hijo de un empresario de la construcción italiano, Massa comenzó a militar en partidos de centroderecha en su juventud mientras estudiaba abogacía para después pasar a las filas del peronismo.
Entre el 2002 y el 2007 dirigió el fondo estatal de pensiones Anses. Tras presidir el club de fútbol Tigre, fue electo alcalde del distrito homónimo y luego, ya en el 2008, ocupó pasajeramente la jefatura de Gabinete de la presidenta Fernández, de quien se alejó un año después acusando a su gestión de corrupción.