Se trataría del primer juicio político a un presidente de Brasil desde 1992, cuando Fernando Collor de Mello enfrentó enormes protestas que pedían su remoción por cargos de corrupción y renunció luego de que el Senado aceptó iniciar el procedimiento.
Brasilia. Una comisión de la Cámara de Diputados de Brasil recomendó este lunes por 38 votos contra 27 iniciar un juicio político a la presidenta Dilma Rousseff bajo cargos de violación de las leyes de presupuesto para favorecer su reelección en el 2014.
Estos son los próximos pasos que deberían seguirse según la Constitución de Brasil:
1) El pleno de la Cámara de diputados deberá votar sobre los procedimientos de un juicio, lo que se espera ocurra el domingo.
Los adversarios de Rousseff necesitan los votos de dos tercios de los 513 diputados, o 342. El presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, un feroz crítico de Rousseff, no votará. La mandataria requiere 171 votos o abstenciones para bloquear un juicio político.
2) Si Rousseff pierde la votación en la Cámara baja, el Senado deberá votar si la somete a un juicio político. El momento de esta votación no está claro, ya que el presidente del Senado, Renan Calheiros, ha dicho que el Supremo Tribunal Federal debe proporcionar un calendario que indique como debe desarrollarse el proceso. Muchos observadores esperan que esta votación se lleve a cabo a principios de mayo.
Si el Senado acuerda por una mayoría simple llevarla a un juicio, Rousseff podría ser suspendida de sus funciones por hasta seis meses y el vicepresidente, Michel Temer, asumiría como presidente interino.
El Senado tendría 180 días para llevar a cabo un juicio, encabezado por el presidente del Supremo Tribunal Federal, Ricardo Lewandowski. Analistas dicen que un juicio político, de ocurrir, sería un proceso rápido dada la crisis política en Brasil y podría decidirse a finales de mayo.
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3) Si dos tercios de los 81 miembros de la Cámara alta, o 54 senadores, votan por una destitución, Rousseff será despojada de sus derechos políticos y no podrá aspirar a cargos de elección popular por ocho años. Temer sería confirmado como presidente durante el resto del mandato de Rousseff, que concluye el 31 de diciembre del 2018.