La consulta voluntaria tendría lugar a mediados de junio y en caso que sus impulsores tengan éxito, el referéndum con voto obligatorio se realizaría en octubre.
La Corte Electoral (CE) de Uruguay habilitó un proceso de consulta que puede derivar en que la ley sobre el aborto, que divide a la sociedad, se ratifique o se derogue en un referéndum.
En 2012 Uruguay se había convertido en el segundo país de América Latina después de Cuba en aceptar la interrupción del embarazo por sola voluntad de la mujer en las primeras 12 semanas de gestación.
La iniciativa fue impulsada por la coalición de izquierda gobernante Frente Amplio (FA) y tuvo un gran rechazo en la oposición de derecha, aunque ambos bloques mostraron fisuras en el Parlamento.
Este viernes, la CE constató tras la verificación de identidades que la Comisión Nacional Pro-Derogación de la Despenalización del Aborto había presentado el 2% de las rúbricas del cuerpo electoral.
Pablo Abdala, el diputado del opositor Partido Nacional (PN) que ha liderado la derogación, se mostró satisfecho porque de esta manera se abre "un debate profundo sobre la legislación de aborto".
Un largo proceso. Al ratificar la firma 52.345 -el número exigido-, los funcionarios electorales dieron por concluida la engorrosa tarea de validación iniciada hace menos de un mes, y cuando quedaban unas 10.000 más para corroborar.
Ahora, la Corte tiene un plazo de 45 días para convocar a una consulta con participación voluntaria donde la propuesta de referéndum debe recoger el 25% de los habilitados para votar.
La consulta voluntaria tendría lugar a mediados de junio y en caso que sus impulsores tengan éxito, el referéndum con voto obligatorio se realizaría en octubre.
En la primera instancia, 654.287 ciudadanos deben ir a las urnas a apoyar la convocatoria, la cuarta parte de los 2.617.150 inscritos en el padrón electoral.
La ministra de la CE, Margarita Reyes, anunció este sábado a través de la prensa local que la semana próxima se definirá la fecha de la consulta.
La campaña pro-referéndum nació huérfana de apoyos partidarios orgánicos y tuvo el solitario empuje de un puñado de diputados del PN cuya cara visible fue Abdala.
Así lo demostró el hecho de que el legislador llevó el 21 de marzo a la sede capitalina de la CE las miles de papeletas en el baúl de su automóvil.
"Estamos satisfechos y agradecidos con todos los que nos ayudaron, también reconocer a todos los ciudadanos que firmaron", declaró Abdala a periodistas.
La intención es que "la decisión del Parlamento sea sometida al veredicto popular" y reflexionar sobre "si esta ley es el mejor camino y lo que se merecen las mujeres uruguayas".
A su entender, "la discusión (parlamentaria) no debió agotarse" en un periodo tan breve, aludiendo a que fue votada por Diputados en septiembre y en el Senado en octubre.
La iglesia Católica, principal cara visible del rechazo al aborto, optó por no acompañar la recolección de firmas por entender que se trata de un tema "ético" que no puede someterse a la voluntad popular.
Escenario complejo. La ley, que empezó a regir en diciembre, admite el aborto en las primeras 12 semanas de gestación siempre que realice una consulta con un equipo interdisciplinario y tras un período de cinco días de reflexión.
El procedimiento puede requerirlo ante cualquier institución pública o privada de salud toda mujer uruguaya o extranjera con un año de residencia en el país.
Las 12 semanas se amplían a 14 en casos de violación y no presenta restricciones para el aborto en los embarazos con malformaciones del feto o riesgo de vida para la madre.
Según distintas encuestas difundidas tras la aprobación de la ley, 60% de los uruguayos se muestra favorable a despenalizar el aborto y 32% en contra.
Los promotores de la derogación, entonces, tendrán un arduo trabajo para convencer al electorado especialmente para que concurra a la consulta voluntaria.
El tema también representa un escenario incómodo para el FA, más allá que la mayoría de sus legisladores apoya la ley, a poco más de un año de las elecciones presidenciales de octubre de 2014.
Entre los firmantes para el referéndum está el expresidente Tabaré Vázquez, que llevó al gobierno al FA en 2005 y su mayor crédito electoral, de acuerdo con todas las encuestas.
En 2008, Vázquez -médico oncólogo de profesión- vetó una ley que habilitaba el aborto sancionada por el propio FA argumentando razones "científicas" y"jurídicas".
Hasta el propio presidente José Mujica sorpendió el año pasado al decir que evaluaba firmar por el referéndum , si bien expresó su apoyo al aborto, pero finalmente no lo concretó.
"Yo capaz que firmo también", había manifestado el mandatario en noviembre y aclarado que su voluntad es que "la gente vote" porque "esta decisión debió estar en manos del pueblo y no del Parlamento".
Los detractores del aborto tienen ahora la opción de expresar su voluntad con el voto para que la sociedad en su conjunto dirima esta vieja polémica en las urnas.