Grupos de huelguistas obstruyeron este jueves el tránsito de ómnibus desde Osasco y otras ciudades del área metropolitana de San Pablo, luego de que el miércoles a última hora se comprometieron a suspender el paro durante una reunión en el ministerio de Trabajo.
Choferes y cobradores de ómnibus de San Pablo bloquearon la circulación de algunas unidades luego de dos días de paro que afectó a 2,5 millones de pasajeros, mientras que la policía de Río de Janeiro prolongó la huelga iniciada este miércoles.
El gobierno de Dilma Rousseff repudió la "radicalización" de las medidas y las protestas, a sólo 21 días del inicio de la Copa del Mundo de fútbol.
Grupos de huelguistas obstruyeron este jueves el tránsito de ómnibus desde Osasco y otras ciudades del área metropolitana de San Pablo, luego de que anoche se comprometieron a suspender el paro durante una reunión en el ministerio de Trabajo.
De todos modos, la mayor parte de la flota de ómnibus de San Pablo circulaba normalmente hoy, cuando está prevista una reunión de los trabajadores con el alcalde Fernando Haddad, que definió a la medida de fuerza como una "guerrilla" que ataca a la población.
Los líderes del paro, que no responden a la dirección del sindicato, advirtieron que si no obtienen una respuesta favorable de la alcaldía retomarán la medida de fuerza, reportó Ansa.
Otra huelga ocurrió la semana pasada en Río de Janeiro, la segunda mayor ciudad brasileña, cuando fueron quemados y atacados cerca de 400 ómnibus.
El secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho, deploró las medidas que afectan a la población y advirtió que la opinión pública cuestiona este tipo de comportamiento.
Por otra parte, comenzó hoy una huelga de transporte público en la capital del estado nordestino de Maranhao y continúa el paro de maestros en San Pablo.
A su vez, la policía de Río de Janeiro prolongó hoy la huelga iniciada ayer, cuando una decena de fuerzas de seguridad de estados brasileños realizaron un paro que incluyó una protesta en Brasilia con críticas a la política de Rousseff.
Los dirigentes del sindicato de la Policía Civil, del área de investigaciones de Río de Janeiro, resolvieron extender el paro y está previsto que realicen una asamblea para analizar hasta cuándo continuarán con la medida.
La Confederación Brasileña de Trabajadores Policiales Civiles realizó ayer paros en 11 estados brasileños, sobre un total de 27, mientras los sindicatos de la Policía Federal analizan una huelga durante la Copa del Mundo.
"Esto lo hacemos para mostrar la importancia que tenemos", sentenció Janio Bosco Gandra, titular de la Confederación Brasileña de Trabajadores Policiales.