Corea del Norte llevó a cabo el domingo su sexta y más potente prueba nuclear, que identificó como una bomba de hidrógeno avanzada para un misil de largo alcance, en una dramática escalada del enfrentamiento entre el aislado estado y Estados Unidos y sus aliados.
Corea del Norte llevó a cabo el domingo su sexta y más potente prueba nuclear, que identificó como una bomba de hidrógeno avanzada para un misil de largo alcance, en una dramática escalada del enfrentamiento entre el aislado estado y Estados Unidos y sus aliados.
El anuncio de Pyongyang se produjo horas después de que el agencias sismológicas internacionales informaran de un terremoto provocado cerca del lugar donde se produjo el ensayo, que responsables japoneses y surcoreanos dijeron fue alrededor de 10 veces más potente que el temblor registrado tras su última prueba nuclear hace un año.
No hubo confirmación independiente de que la detonación, que rápidamente provocó una oleada de condena internacional, correspondiera a una bomba de hidrógeno en vez de un dispositivo atómico menos potente. Pero el secretario del jefe de gabinete de Japón, Yoshihide Suga, dijo que Tokio no descartaba la posibilidad de que se tratase de una bomba de hidrógeno.
La prueba supone un desafío directo al presidente de EEUU, Donald Trump, quien horas antes habló por teléfono con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, sobre la "escalada" crisis nuclear en la región y previamente había prometido detener el desarrollo armamentístico nuclear de Corea del Norte que podría amenazar a EEUU.
Corea del Norte, que lleva a cabo su programa nuclear y balístico desafiando las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y sus sanciones, dijo en un anuncio en la televisión estatal que una prueba de bomba de hidrógeno ordenada por el líder Kim Jong Un fue un "éxito perfecto".
La bomba fue diseñada para ser armada en su recién desarrollado misil balístico intercontinental (ICBM), dijo Corea del Norte.
El director del OIEA, el organismo de control nuclear de la ONU, Yukiya Amano, dijo que la prueba nuclear era "un acto extremadamente lamentable" que "despreciaba totalmente las reiteradas demandas de la comunidad internacional".
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que la comunidad internacional debe reaccionar con firmeza a esta "nueva provocación", y la presidenta surcoreana Moon Jae-in indicó que Seúl impulsaría medidas firmes para aislar aún más al Norte, incluyendo nuevas sanciones de la ONU.
Japón planteó de inmediato la posibilidad de nuevas sanciones contra Corea del Norte, diciendo que las restricciones a su comercio de petróleo estarían sobre la mesa.
China, el único gran aliado de Corea del Norte, dijo que condenaba enérgicamente el ensayo nuclear e instó a Pyongyang a detener sus acciones "equivocadas". Estados Unidos han instado reiteradamente a Beijing a hacer más para controlar a su vecino.
¿Dispositivo termonuclear? Corea del Norte anunció en enero del año pasado que había probado una bomba de hidrógeno miniaturizada, también conocida como un dispositivo termonuclear, pero expertos externos se mostraron escépticos, sugiriendo que podría tratarse de un "dispositivo mejorado", una bomba atómica que utiliza isótopos de hidrógeno para aumentar su capacidad explosiva.
Un responsable estadounidense que estudia las fuerzas armadas y la política de Corea del Norte dijo que era demasiado pronto para determinar si había pruebas que apoyaran la afirmación norcoreana de que había logrado desarrollar un arma termonuclear "mucho menos una que pudiera montarse en un ICBM y volver a entrar en la atmósfera terrestre sin quemarse".
La última prueba nuclear se produce en medio de una intensa tensión regional tras las dos pruebas de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) de Pyongyang en julio, que potencialmente podrían volar unos 10.000 kilómetros (6.200 millas), poniendo a su alcance muchas partes del continente americano.
Bajo el mandato de Kim Jong Un, Pyongyang ha estado intentando construir un dispositivo nuclear pequeño y ligero que quepa en un misil balístico de largo alcance, sin afectar a su alcance y capaz de sobrevivir a la reentrada en la atmósfera terrestre.
Un experto dijo que el tamaño de la detonación del domingo, que el Servicio Geológico de EEUU (USGS) midió en un terremoto de 6,3 grados de magnitud, implicaba que era posible que se tratara de una prueba de una bomba de hidrógeno.
"La potencia es de 10 ó 20 veces o incluso más que las anteriores", dijo Kune Y. Suh, un profesor de ingeniería nuclear en la Universidad Nacional de Seúl. "Esa escala está a un nivel donde cualquiera puede decir que es una prueba de la bomba de hidrógeno".