El mandatario señaló que "vamos a consultar lo que sea necesario, a valorar con quien quiera, pero a tomar una decisión absolutamente solidaria y soberana, en función de los principios humanistas que dominan en nuestra Revolución y en nuestra Constitución".
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo este sábado que su gobierno evalúa una solución solidaria y soberana sobre el pedido de asilo del periodista australiano Julian Assange, quien está refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres hace más de un mes.
"Vamos a consultar lo que sea necesario, a valorar con quien quiera, pero a tomar una decisión absolutamente solidaria y soberana, en función de los principios humanistas que dominan en nuestra Revolución y en nuestra Constitución", señaló.
En su informe semanal de labores Enlace ciudadano 281, radiotelevisado a la nación, Correa indicó que el Ejecutivo se tomará el tiempo necesario para definir el caso.
Correa ha expresado en diversas oportunidades su solidaridad con Assange, a quien ha calificado de luchador por la libertad de expresión sin límites.
El mandatario ha señalado además que su país rechaza la pena de muerte, por lo que no podría arriesgar a una persona que ha solicitado asilo, más aún por delitos políticos, a que enfrente esa posibilidad en Estados Unidos.
También manifestó que no es posible aceptar una persecución política por las ideas expresadas por Assange y que si éste ha cometido una infracción legal en cuanto a los Wikileaks, deben presentarse esos cargos.
En declaraciones a la prensa ecuatoriana desde Londres, Michael Ratner, abogado de Assange, afirmó que su defendido escogió a este país para solicitar asilo político porque sabía que no puede ser manipulado por Washington.
El fundador de Wikileaks teme que una vez enviado a Estocolmo, donde le acusan de presuntos delitos sexuales, pueda ser extraditado a territorio estadounidense por delitos políticos y condenado a muerte por revelar al mundo los intereses hegemónicos de Estados Unidos.