El economista de 49 años celebró su victoria con aliados y una multitud de partidarios reunidos bajo un balcón del Palacio de Carondelet.
Quito. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ganó este domingo su segunda reelección con un voto abrumador que le da cuatro años más para ampliar su "revolución ciudadana", encaminando al país a una década de reformas socialistas que le han dado al Estado un mayor control sobre la economía.
El economista de 49 años celebró su victoria con aliados y una multitud de partidarios reunidos bajo un balcón del Palacio de Carondelet, la sede del gobierno, a quienes prometió no defraudarlos "jamás".
Su reelección le da un nuevo ánimo al bloque de mandatarios de ideología socialista que gobierna a buena parte de América Latina y que se ha visto afectado por la ausencia de su habitual abanderado, el presidente venezolano Hugo Chávez, quien está hospitalizado en Cuba desde hace más de dos meses por un cáncer.
Algunos de sus colegas regionales inmediatamente felicitaron a Correa, quien dedicó su nueva victoria a su amigo Chávez.
Al cierre de esta edición, el Consejo Nacional Electoral (CNE), con el 40% de las actas escrutadas, otorgaba 57% de votos a Correa frente al 24% para el candidato más cercano, el ex banquero Guillermo Lasso.
"Esto (la tendencia) ya no va a cambiar", dijo el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Domingo Paredes, a periodistas, al informar sobre los resultados preliminares.
Sondeos a boca de urna le dieron horas antes 61% de los votos válidos, una ventaja de más de 40 puntos sobre su más cercano rival.
Aunque el CNE aún no mostraba datos oficiales sobre la Asamblea Nacional, Correa anticipó que obtendría una mayoría de los 137 escaños.
"Las carreteras, los hospitales, las unidades (escuelas) del milenio son para todas y para todos, jamás les hemos fallado en estos seis años, jamás les vamos a fallar", agregó el popular mandatario, quien ha obtenido siete victorias consecutivas en las urnas desde que ganó por primera vez en noviembre del 2006.
"Esta revolución no la para nada ni nadie", enfatizó.
El presidente, formado en Estados Unidos y Europa, planea en su nuevo periodo consolidar sus programas de ayuda social, así como dar impulso al sector productivo para reducir la dependencia de la economía al petróleo, para lo que analistas afirman que necesitará de la inversión extranjera.
El trabajo no luce fácil en un país donde cerca del 27% de la población sigue por debajo de la línea de pobreza y donde los desempleados y subempleados continúan superando el porcentaje de empleados, según cifras oficiales.
El programa de gobierno de la coalición oficialista Alianza País es un documento de más de 250 páginas que incluye 35 propuestas, que van desde la regulación de los mercados y monopolios económicos hasta la redistribución de tierras agrícolas y reformas educativas, de igualdad de género y ambientales, entre otras.
Y aunque Correa dio la bienvenida a los inversionistas que quieran llegar al país, recordó que la prioridad son las reformas.
"Bienvenida la inversión extranjera que está llegando y está llegando bastante (...) pero en el supuesto caso que no estuviera llegando, estamos alcanzando los objetivos, no hay que confundir medios con fines", agregó posteriormente en una conferencia de prensa.
El presidente negocia actualmente contratos mineros con firmas canadienses para explotar importantes yacimientos de oro, cobre y plata y convocó a una licitación internacional para desarrollar áreas inexploradas en la zona sur del país.
Y también está cortejando a inversionistas extranjeros para la construcción de centrales hidroeléctricas y el desarrollo de la industria local en manufacturas, entre otras.
Los medios de comunicación locales también estarán en la mira de Correa en su nueva gestión. El mandatario insistió en una nueva ley de comunicación para regular contenidos violentos e imponer sanciones a lo que llama malas prácticas.
"Una de las cosas que hay que arreglar es una prensa totalmente falta de ética, sin escrúpulos que quiere juzgar, legislar, gobernar, antidemocráticamente", agregó.
Centenares de ecuatorianos se concentraron en un popular parque de la andina Quito para celebrar junto a Correa el nuevo triunfo, que lo coloca como el presidente que más se ha mantenido en el poder desde el restablecimiento de la democracia en la década de 1970.
"Nuestro Ecuador necesita un presidente como Rafael Correa, que ha sido un hombre muy fuerte, que no se ha dejado intimidar por nadie", dijo Julieta Moyra, una desempleada de 46 años, que espera que cambie su situación económica.
La plaza se vistió de verde claro, color insignia de la campaña de Correa, en medio de gritos de felicitaciones.
Pese a la derrota, el conservador Lasso dijo que mira los resultados como una victoria para su recién formado partido Creo, que pasaría a convertirse en la segunda fuerza política del país.
"Esta noche quiero reconocer el triunfo del presidente Rafael Correa (...) nos hemos convertido en la segunda fuerza política del Ecuador", agregó. "Esta noche inauguramos la oposición en el Ecuador", insistió.