Según el mandatario, las protestas en su contra -sobre derecho a sindicalización, ley de tierras, además de otras políticas laborales y económicas- son promovidas con recursos del extranjero para desgastar a su gobierno.
Quito. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció este sábado que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos está infiltrada en protestas de grupos opositores que se oponen a las políticas de su gobierno y buscan desgastarlo.
"Ahí hay infiltración de la CIA para desgastar a nuestro gobierno, para quitarnos la alegría, para hacernos dudar", señaló el mandatario en su informe sabatino de labores.
Sectores sociales, sindicales, indígenas y grupos políticos opositores se manifestaron el pasado jueves en Quito y en varias provincias de Ecuador.
La protesta se realizó en contra de ciertas políticas laborales y económicas del gobierno, al que también exigen una ley laboral que respete el derecho a la sindicalización y una ley de tierras que recoja las propuestas de los indígenas.
Estos sectores, según Correa, reciben apoyo de la derecha y recursos del extranjero para desgastar a su gobierno.
El mandatario llamó al pueblo "a no caer en la trampa" de estos grupos, pues consideró que "sería estar derrotados, darles la razón a los agresores y violentos", cuya táctica es desgastar al gobierno.
"No tienen nada que perder, buscan que la detengamos para luego victimizarse (...) Son los kamikazes, los talibanes, incluso de la derecha, porque le hacen el favor a la derecha", afirmó.
Correa rechazó la violencia con la que actuaron los manifestantes de la oposición el pasado jueves en Quito, donde agredieron a policías y periodistas y causaron daños en la céntrica Plaza de San Francisco, sitio de concentración.
De igual forma condenó la beligerancia de una "turba" de manifestantes contra una marcha de simpatizantes del gobierno en la que participó él, luego de inaugurar varias obras en la ciudad de Riobamba, capital de la provincia de Chimborazo (sur), ese mismo jueves.
El presidente ecuatoriano dijo que fue víctima de una "emboscada" por parte de los descontentos, quienes agredieron a las personas con el lanzamiento de piedras y botellas.
Correa pidió cuentas a su equipo de seguridad, por no advertir que se iba a generar esta situación.