Assange, quien se encuentra refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, es buscado por las autoridades suecas para ser interrogado por acusaciones de que cometió una violación en el 2010, cargo que él rechaza.
El Tribunal de Apelación de Svea (Suecia) mantuvo este viernes la orden de arresto dictada en 2010 contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, por un supuesto delito de violación en grado menor, pese a que Naciones Unidas consideró su detención "arbitraria".
El fallo reafirmó la decisión adoptada hace cuatro meses por un tribunal de primera instancia, que consideró que Assange -refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde 2012 para evitar su extradición- sigue siendo sospechoso y que existe riesgo de que quiera evitar un juicio o una hipotética pena.
La defensa de Assange, que ya había pedido hace dos años sin éxito que fuera anulada la orden, presentó una nueva solicitud ante los tribunales suecos en febrero, poco después de que un panel de la ONU concluyera en un informe que su detención era "arbitraria" e instara a Reino Unido y Suecia a dar marcha atrás.
La corte de Svea reconoce que tanto el tiempo transcurrido desde la emisión de la orden como la "anterior" pasividad de los fiscales son argumentos para eliminarla, aunque el delito "relativamente serio" del que es sospechoso y el "gran interés público" en la investigación apuntan en la dirección contraria, consignó la agencia EFE.
El dictamen, que puede ser apelado, señaló además que se tomaron "medidas activas" para poder realizar el interrogatorio a Assange, en alusión al acuerdo entre Ecuador y Suecia para que declare ante un fiscal ecuatoriano el próximo 17 de octubre en Londres.
"En el momento presente el mantenimiento de la orden de detención parece tanto efectivo como necesario para poder hacer avanzar la investigación. Las razones del arresto pesan por tanto más que la intromisión u otros perjuicios que la medida supongan para Julian Assange", apuntó el fallo.
El periodista australiano cumplió el pasado 19 de junio cuatro años refugiado en la embajada ecuatoriana al término de un largo proceso legal en el Reino Unido, que falló a favor de su entrega a Suecia.
La intención del fundador de WikiLeaks, de 44 años, es evitar la extradición al país escandinavo, porque teme ser enviado después a Estados Unidos, donde podría afrontar un juicio militar por los secretos sobre la seguridad estadounidense.