Lula enfrenta acusaciones de corrupción, lavado de dinero y obstrucción a la justicia relacionadas a una extensa trama de sobornos en Petrobras, que los fiscales sostienen que él orquestó durante más de una década.
Brasilia. Un juez federal de Brasil decidió el jueves que el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva se enfrentará a un juicio por una presunta trama de sobornos relacionada con obras de la constructora Odebrecht en Angola.
Es la segunda vez en menos de una mes en la que un juez federal ha determinado que Lula, quien dejó la presidencia en el 2011 tras dos mandatos con una aprobación de un 83%, debe ser sometido a juicio.
Lula enfrenta acusaciones de corrupción, lavado de dinero y obstrucción a la justicia relacionadas a una extensa trama de sobornos en la petrolera controlada por el Estado Petrobras, que los fiscales sostienen que él orquestó durante más de una década.
La decisión del jueves del magistrado Vallisney Oliveira en Brasilia se centra en acusaciones de que Lula y otras personas recibieron 30 millones de reales (US$9,3 millones) en sobornos para ayudar a que Odebrecht consiguiera fondos con bajos intereses del banco de desarrollo BNDES para proyectos en Angola. Los abogados de Lula rechazaron las acusaciones.
El mes pasado, el juez Sergio Moro determinó que Lula debe enfrentar un juicio por cargos que sostienen que fue el "beneficiario directo" de cobros por 3,7 millones de reales en sobornos a OAS SA, una de las compañías de ingeniería y construcción en el centro del escándalo.
En una decisión no relacionada, Moro dijo el jueves que juzgará a Eduardo Cunha, el ex presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, por su presunto papel en el escándalo de corrupción en Petrobras.
Como presidente de la Cámara baja, Cunha lideró una exitosa campaña para realizar un juicio político a la ex presidenta Dilma Rousseff por violar las leyes de presupuesto, una decisión que la líder y sus partidarios dicen fue un "golpe de Estado" como venganza porque no intentó frenar la agresiva investigación en Petrobras.
Rousseff, quien sirvió como presidenta del directorio de Petrobras durante varios de los años en los que operó la trama de sobornos, está siendo investigada por obstrucción a la justicia en la investigación, pero no ha sido acusada de ningún delito.