El ministerio señaló que las personas devueltas a Panamá fueron diez adultos y cinco menores de edad, integrantes de tres familias distintas.
San José. Las autoridades migratorias de Costa Rica devolvieron a Panamá a un grupo de 15 migrantes cubanos que ingresaron de forma irregular al territorio costarricense desde ese país, según comunicó hoy el Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica.
El ministerio señaló que las personas devueltas a Panamá fueron diez adultos y cinco menores de edad, integrantes de tres familias distintas.
La devolución de los migrantes fue coordinada por la Policía de Fronteras y la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), organismos costarricenses que se encargaron de detectar y devolver a los migrantes irregulares que ingresaron por el sur del territorio costarricense.
Según el reporte de Seguridad Pública, los migrantes fueron encontrados por la Policía de Fronteras en el cantón de Golfito, ubicado a menos de 35 kilómetros del puesto fronterizo de Paso Canoas, entre Costa Rica y Panamá.
"Los oficiales fronterizos encontraron a los cubanos caminando la tarde del jueves (11 de agosto) por entre potreros y plantíos de palma aceitera y, tras solicitarles que se identificaran, los extranjeros mostraron pasaportes en los que no constaba el ingreso autorizado a suelo costarricense", explicó la autoridad costarricense.
El informe además detalló que las autoridades suministraron alimentación a los detenidos, así como atención del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) para los cinco menores de edad identificados.
Según Seguridad Pública, la devolución de las 15 personas a Panamá se terminó de tramitar en horas de la noche del 11 de agosto por la DGME, una vez la Policía de Fronteras remitió a los migrantes.
Miles de migrantes caribeños y extracontinentales se movilizan ilegalmente a través de las fronteras latinoamericanas con dirección hacia Estados Unidos, en busca de mejores condiciones de vida.
La situación generó una crisis migratoria en Costa Rica entre finales de 2015 e inicios de 2016, cuando un grupo de más de 8.000 cubanos quedaron varados en el territorio costarricense ante la negativa de Nicaragua de permitirles pasar por su territorio.
Para resolver aquella situación, Costa Rica y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) tuvieron que coordinar transportes aéreos con direcciones hacia México y El Salvador.
Costa Rica ha reiterado en los últimos meses que no cuenta con las condiciones para enfrentar una situación similar nuevamente, por lo que no tolerará el tránsito de migrantes que ingresen de manera ilegal a su territorio y que los deportará de ser detectados.