De confirmarse, los cerca de 25 postulantes a suceder a Carlos Alvarado representarían el doble de los registrados para la votación del 2018, lo que hace probable una segunda ronda en abril, de acuerdo con los sondeos.
Costa Rica inició este miércoles formalmente el proceso para los comicios presidenciales del 6 de febrero de 2022, que apuntan a ser la votación con mayor número de candidatos de la historia del país y para los que todavía no hay favoritos claros por el gran volumen de indecisos.
De confirmarse, los cerca de 25 postulantes a suceder a Carlos Alvarado representarían el doble de los registrados para la votación del 2018, lo que hace probable una segunda ronda en abril, de acuerdo con los sondeos.
"Es un hecho que tendremos la mayor cantidad de candidaturas presidenciales en la historia nuestra", dijo el miércoles el portavoz del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Gustavo Román, en el acto formal de convocatoria del proceso para escoger al presidente y a la Asamblea Legislativa.
El sustituto de Alvarado gobernará entre mayo de 2022 y 2026, en coincidencia con el próximo Congreso, al cual aspiran llegar una cincuentena de partidos entre los de alcance nacional y los de las siete provincias del país, de 5,1 millones de habitantes.
El volumen exacto de postulantes y agrupaciones se conocerá después del 22 de octubre, cuando se formalice la inscripción de candidaturas, pero autoridades y analistas coinciden en que refleja la tendencia de fragmentación política después de décadas de bipartidismo.
Una encuesta publicada el 31 de agosto por el Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica reveló que un 53% de los participantes no había decidido hasta ese momento su sufragio.
El 17% se decantó por el aspirante del tradicional Partido Liberación Nacional (PLN, socialdemócrata), el expresidente José María Figueres, un 4% por el exministro de Economía, Welmer Ramos del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC, centroizquierda) y el resto está dividido entre otros postulantes.
El inicio del proceso electoral llega en momentos de tensión entre el Gobierno y la Asamblea Legislativa por la concreción de medidas pendientes para cumplir un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) dirigido a reducir la crisis fiscal agravada por efectos de la pandemia de COVID-19.
