El presidente Francisco Sagasti afirmó en un mensaje televisado que entre ellos figuran su renunciante ministra de Salud, Pilar Mazzetti; además de su ministra de Relaciones Exteriores, Elizabeth Astete, que había confesado más temprano el hecho.
Lima. El Gobierno y la Fiscalía de Perú están investigando la vacunación a escondidas con dosis del laboratorio chino Sinopharm a 487 funcionarios de alto rango, en un escándalo que ha costado la renuncia de dos ministras y que podría empañar las compras de fármacos en pleno rebrote de la pandemia.
El presidente Francisco Sagasti afirmó la noche del lunes en un mensaje televisado que entre ellos figuran su renunciante ministra de Salud, Pilar Mazzetti; además de su ministra de Relaciones Exteriores, Elizabeth Astete, que había confesado más temprano el hecho y también dimitió al cargo.
"Aprovecharon su posición para ser inmunizadas con las vacunas de Sinopharm que llegaron en complemento de aquellas que se utilizaron en los ensayos clínicos en el país", afirmó.
El escándalo se desató luego de que el exmandatario Martín Vizcarra admitió que junto a su esposa fue inoculado en octubre, cuando estaba en el poder. Pero la universidad Cayetano Heredia afirmó que ninguno de los dos fue voluntario.
Los ensayos clínicos de Sinopharm en Perú se realizaron entre septiembre y fines de año pasado con unos 12.000 voluntarios, pero los responsables locales del proceso recibieron dosis adicionales al número de participantes.
El lote extra fuera de los ensayos fue de 3.200 dosis de "vacuna experimental activa" -no placebo- para ser administrados voluntariamente al personal relacionado a la investigación, dijo la universidad Cayetano Heredia en un comunicado.
Al menos 300 médicos que luchan contra la pandemia han muerto desde que apareció el virus en Perú hace casi un año.
"Estamos indignados y con un sentimiento profundo de dolor porque estas personas que formaron parte del gobierno de transición faltaron a su deber de servidoras publicas y a su lealtad conmigo", afirmó Sagasti molesto en su declaración.
No fueron "donaciones". Sagasti, que asumió al poder a mediados de noviembre tras unas de peores crisis política en años, dijo antes que su Gobierno no participó en la asignación de vacunas adicionales.
"Las decisiones sobre a quien se vacunaba o no se vacunaba con estas dosis de regalo, con estas dosis donadas, era exclusiva de quienes administraban esos ensayos", manifestó en una entrevista con la estación América Televisión.
La embajada de China en Perú dijo el lunes en un comunicado que los ensayos se realizaron "cumpliendo con los trámites requeridos por las autoridades" locales. Asimismo, rechazó los términos como "vacuna de cortesía, donaciones o prebendas" que afirma fueron utilizados por algunos medios de comunicación.
China, principal mercado de las materias primas que Perú produce, comenzó oficialmente en julio la inoculación a sus funcionarios con mayor riesgo de infección, entre ellos diplomáticos y empleados de empresas chinas en el exterior.
Hasta inicios de enero, había administrado 4 millones de dosis bajo este programa de uso de emergencia.
Perú anunció el 6 de enero un acuerdo con el laboratorio chino para adquirir hasta 38 millones de dosis de la vacuna.
El primer lote de 300.000 vacunas llegó al país hace una semana y el martes se inició el programa de inmunización contra el COVID-19 con la aplicación de dosis a un grupo de médicos que son los más expuestos a contraer la enfermedad.
Perú también tiene acuerdos con Pfizer por 20 millones de dosis, con AstraZeneca por 14 millones y con la alianza Covax por 13,2 millones. Asimismo negocia suministros con Johnson & Johnson, Moderna, Novavax, Gamaleya, Sinovac y Curevac.
El presidente Sagasti dijo que mantendrá su plan de compras de vacunas para inmunizar a toda la población del país este año. "Tengan la certeza que estos hechos no impedirán que continuemos con el proceso de negociación y adquisición de más vacunas".
"No podía caer enferma". La Fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, abrió por su parte una investigación preliminar contra el exmandatario Vizcarra y "los que resulten responsables del manejo de las dosis de cortesía" de Sinopharm, dijo un portavoz del organismo.
En tanto, el Congreso convocó para el martes a los dos principales investigadores de los ensayos para "esclarecer" la participación de Vizcarra. "No es una cosa menor. Nos toca realizar las investigaciones y los mecanismos legales, como la denuncia constitucional contra el exmandatario", dijo al respecto la presidenta del Congreso, Mirtha Vásquez.
Casi todos los ministros de Sagasti y los exministros de Vizcarra -que fue destituido por el Congreso en noviembre en medio de un escándalo de corrupción- salieron el domingo por la noche a manifestar que no recibieron la vacuna de Sinopharm.
La ahora excanciller Astete alegó en una carta que difundió por Twitter el domingo que aceptó la vacuna porque estuvo en contacto con funcionarios locales y diplomáticos extranjeros que resultaron positivos al COVID-19 en diciembre y enero.
"Al haber asumido la estrategia de negociación para la adquisición de las vacunas. Desde finales de noviembre del 2020, no podía darme el lujo de caer enferma", afirmó Astete.
Los muertos por la enfermedad en Perú suman un promedio de 200 diarios y las víctimas se elevaron a 43.703, con una tasa de mortalidad más altas del mundo respecto a su población de 33 millones de habitantes. En tanto los contagios suben casi 7.000 diarios, para sumar 1.235.298 casos, según datos del Gobierno.