La candidata de Fuerza Popular dijo que si se suman los 200.000 votos a las 1.200 actas que están siendo analizadas, "todavía están en juego 500.000 votos". El partido de Pedro Castillo dijo que están vigilantes y acusó al fujimorismo de querer "generar caos y violencia".
Lima. El aspirante socialista Pedro Castillo seguía este jueves con una mínima pero constante ventaja en la elección presidencial de Perú, mientras su rival derechista Keiko Fujimori acusó de irregularidades en las mesas de votación en unos comicios que han generado disputas políticas y volatilidad en los mercados.
La diferencia es de apenas un 0,4%, o 73.069 votos, con el 99% de las actas contabilizadas. Castillo, la sorpresa de las elecciones en el polarizado país minero, lograba un 50,2% de los sufragios de los comicios del domingo.
Según la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), había en la noche 800 actas entre impugnadas, observadas o con errores de material enviadas al jurado para su revisión. Cada acta cuenta con entre 200 y 300 electores.
Keiko, hija mayor del encarcelado exmandatario Alberto Fujimori, informó la noche de este miércoles que presentó acciones de nulidad en 802 mesas electorales en las que su formación ha hallado "irregularidades", las cuales representan unos 200.000 votos, que la aspirante espera "sean retirados del recuento final".
La candidata de Fuerza Popular dijo que si se suman los 200.000 votos de las 802 mesas en las que se ha presentado solicitudes de nulidad a las 1.200 actas que están siendo analizadas por el JNE y que representan 300.000 votos, "todavía están en juego 500.000 votos".
"Creemos que es fundamental que se analice para el recuento final que tiene que llevarse a cabo", afirmó en una conferencia de prensa, agregando que no estaba diciendo que las autoridades electorales fueran cómplices de algún delito y que será "respetuosa de lo que determine el jurado electoral".
El partido de Castillo, Perú Libre, ha negado las acusaciones de querer direccionar los votos y los observadores internacionales han afirmado que la votación se llevó a cabo de forma transparente.
Durante el anuncio de Fujimori, Castillo llamó en su cuenta de Twitter a la "paz y tranquilidad" así como ha pedido seguir "firmes y alegres en esta lucha final que es de todos los peruanos".
"A nuestros militantes, simpatizantes y amigos les llamamos a tener paciencia y calma, estamos vigilantes, no hay que caer en el juego del fujimorismo de generar caos y violencia", dijo en la misma línea el partido de Castillo.
El conteo se alargaba mientras llegan las papeletas de zonas muy remotas y se resolvían las impugnaciones, en un proceso que ha recibido denuncias de presunto fraude por parte de ambos candidatos, sobre todo Fujimori, que vertió acusaciones sobre un "fraude en mesa", haciéndose eco de disputas legales en los Estados Unidos en las elecciones del año pasado.
Protestas. Las acusaciones podrían desencadenar semanas de confusión y tensión, en medio de un ciclo electoral polarizado, con ciudadanos de ambos bandos protestando en las calles de Lima.
"El pueblo ya está cansado, si siguen atropellando nuestros derechos que nuestro Presidente ya ganó, vamos a entrar a una lucha social", dijo Justiniano Ilario, un maestro apoyando a Castillo durante una marcha de protesta.
Luis Cano, con una gorra de "Keiko" en otra manifestación callejera, dijo que los opositores a Fujimori estaban usando tácticas de índole autoritaria como los izquierdistas de la región que lo habían usado antes para ganar la votación.
"Están utilizando tácticas chavistas", dijo, refiriéndose al exlíder venezolano Hugo Chávez. "Esta todo programado desde antes para impugnar actas y hasta en el exterior, solamente en los lugares donde iba a ganar Keiko", agregó.
La denuncia de "indicios de fraude" en los centros de votación fue efectuada el lunes por la misma Fujimori, echando combustible al proceso electoral y amenazando con hacer demorar el conteo y el anuncio oficial del ganador.
"Es poco probable que en este momento Fujimori supere a Castillo", dijo David Sulmont, profesor de sociología en la Universidad Católica de Perú y exjefe de su unidad de votación.
En la noche del martes, Castillo había vuelto a llamar a sus seguidores desde un balcón a vigilar los votos y afirmó que ya había recibido el "reconocimiento" de algunas embajadas y gobiernos de América Latina, pero sin mencionar países.
Asimismo, proclamó la victoria ante decenas de seguidores frente a su local partidario, sin esperar los resultados.
"De acuerdo al informe de nuestros personeros, nosotros ya tenemos el conteo oficial del partido donde el pueblo se ha impuesto a esta gesta a la cual saludamos", afirmó en lo que pareció ser una declaración de victoria.
Compañero de lucha. El expresidente boliviano Evo Morales, un líder izquierdista regional y líder del partido socialista que está ahora en el poder en su país, felicitó a Castillo por su "victoria" en una publicación en Twitter.
"Hermano del alma y compañero de lucha, eres orgullo de los movimientos sociales y profesionales patriotas. ¡Muchas felicidades por esta victoria, que es la victoria del pueblo peruano, pero también del pueblo latinoamericano que quiere vivir con justicia social!", dijo el exmandatario.
El martes, cientos de votantes de ambos candidatos se manifestaron frente a la oficina electoral de Perú contra la percepción de irregularidades en el proceso de conteo de votos.
Castillo ha puesto nerviosos a inversionistas porque planea reescribir la Constitución para reforzar el papel del Estado y quedarse con una mayor parte de los beneficios de las mineras.
Durante la campaña de la segunda ronda electoral Castillo moderó su discurso, pero los mercados financieros locales han permanecido agitados y la moneda, el sol, ha tocado niveles mínimos históricos frente al dólar.
En miércoles, el sol, que había abierto negativo, se recuperó y subió un 1,91%, en su mayor alza porcentual desde el 10 de mayo, mientras avanzan los conteos finales de la votación; pero el índice selectivo de la bolsa limeña cayó un 3,34%, con las acciones del sector minero entre las más castigadas.
Los comicios han seguido a una tormenta política en el país minero, con cuatro presidentes en cinco años, protestas y múltiples denuncias de corrupción contra políticos.