El proyecto base fue aprobado por 19 votos favorables y 8 en contra, y reduce la edad para comprar armas de 25 a 21 años y amplía las categorías profesionales que pueden llevarla.
Río de Janeiro. Organizaciones pro-derechos humanos criticaron este jueves la decisión adoptada el martes por una Comisión del Congreso brasileño de aprobar un texto-ley a ser enviado a la Cámara Baja que flexibiliza la posesión de armas en el país.
En un comunicado, el Instituto Sou da Paz dijo que la decisión "es un retroceso. Los cambios prácticamente revocan los principales dispositivos del Estatuto del Desarme", en alusión a la política que ha evitado al menos 160.000 muertes por armas de fuego en el país desde que entró en vigor en 2003.
El proyecto base fue aprobado por 19 votos favorables y 8 en contra, y reduce la edad para comprar armas de 25 a 21 años y amplía las categorías profesionales que pueden llevarla, como diputados y senadores, además de autorizar su porte a personas que respondan a una investigación policial o proceso criminal.
El texto todavía propone que la posesión de armas en Brasil tenga una validez de diez años (actualmente es de tres) y que el registro de las personas que tienen armas sea gratuito.
La nota recordó que varios de los parlamentarios que integran la comisión tuvieron su campaña electoral financiada por la industria de armas.
"Hay que destacar que el Estatuto del Desarme no prohíbe que civiles compren armas para defenderse, pero establece exigencias para el comprador, como tener al menos 25 años, no tener antecedentes criminales, someterse a pruebas psicológicas y técnicas, y renovar la licencia a cada tres año", afirmó en la nota Iván Marques, director ejecutivo del Instituto Sou da Paz, organización que promueve estudios académicos y debates sobre la violencia en Brasil.
La nota destaca que desde que entró en vigencia el Estatuto del Desarme, se pasó de las 132.000 armas compradas en el país en 2002 a las 53.000 el año pasado, algo que "impulsó la primera caída significativa del número de homicidios por armas de fuego en Brasil en muchos años y evitó la muerte de unas 160.000 personas desde su aprobación".
El Instituto da Paz considera que la reducción en un 50 por ciento del número de armas decomisadas a criminales mostró igualmente que el Estatuto disminuyó la oferta de armas y el "fuerte vínculo entre los mercados de armas legal e ilegal".
La aprobación del texto provocó el rechazo de varias entidades sociales así como de diputados contrarios a la medida.