La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja ayudará hasta a 650.000 personas en el país. En 15 días estarán en capacidad de dar inicio a la ayuda, pero que ello no es una solución a la crisis, sino únicamente "un inicio", dijo el presidente del organismo.
Caracas. El presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC, por su sigla en inglés) dijo el viernes que trabajarán en Venezuela para brindar la ayuda humanitaria "que tanto se necesita" en el país petrolero, en una operación similar a la que desarrollan en Siria.
IFRC asistirá hasta a 650.000 personas en el país, estimó Rocca en rueda de prensa, agregando que, en 15 días estarán en capacidad de dar inicio al apoyo, pero que ello no es una solución a la crisis que atraviesa el sector de salud, sino únicamente "un inicio".
"Después de reuniones con instituciones del Estado, organizaciones sociales, humanitarias y políticas en Venezuela estoy en capacidad de anunciar que IFRC contará con las condiciones legales y técnicas para trabajar en el país para acceder a la ayuda humanitaria que tanto se necesita", dijo Francesco Rocca, presidente de IFRC.
"Si todos van a respetar lo que se discutió, esta es una operación muy similar a lo que está pasando en Siria como número de personas de que van a ser atendidas", agregó el abogado italiano desde la sede de la Cruz Roja venezolana.
En principio, el organismo con sede en Ginebra contempla la entrada de plantas para dotar de energía a los hospitales públicos, equipos médicos y kits quirúrgicos. "No se puede aceptar que niños o seres humanos mueran por falta de luz, no es una patología la falta de luz", dijo Rocca.
Más de 511.000 personas han muerto en Siria desde el inicio de la guerra hace ocho años y Unicef estima que tres de cada cinco niños y sus familias necesitan asistencia humanitaria.
En Venezuela, Naciones Unidas estima que cerca de un cuarto de la población -unos siete millones- necesita ayuda humanitaria, según un informe interno que muestra un aumento de la desnutrición y las enfermedades en consonancia con el deterioro de las condiciones de vida en el país.
En menos de un mes, Venezuela ha sufrido dos apagones nacionales que han dejado sin suministro buena parte del territorio por más de 72 horas.
"Necesitamos salvar vidas". El presidente Nicolás Maduro asegura que en su país no existe una "crisis humanitaria" y que sufre escasez de medicinas por un bloqueo de Estados Unidos y el "secuestro" de millones de dólares en cuentas estatales extranjeras.
Este viernes, el vicepresidente de Economía, Tareck El Aissami, recibió un primer cargamento de 65 toneladas de medicamentos e insumos médicos provenientes de China.
"Garantizaremos a toda costa los medicamentos que nuestro pueblo necesite", dijo El Aissami sin precisar si el envío fue una donación o una compra estatal.
A mediados de febrero, el Gobierno recibió un primer lote de 7,5 toneladas de medicamentos que llegó de Rusia.
El líder opositor Juan Guaidó, quien se declaró presidente encargado del país en enero, asegura que el país sufre una crisis sanitaria sin precedentes y, en febrero, organizó el ingreso de asistencia humanitaria desde Colombia y Brasil pero los cargamentos fueron detenidos por militares tras fuertes enfrentamientos entre uniformados y manifestantes.
Mucha de esa ayuda, integrada mayormente por toneladas de medicinas, alimentos y kits médicos, aún se encuentra en centros de acopio en Colombia, Brasil y Curazao.
Más temprano, Guaidó, quien ha logrado el reconocimiento de decenas de países, incluido Estados Unidos, anunció que "en las próximas horas" el país recibiría "importante apoyo médico".
El equipo de Guaidó sólo ha podido ingresar a Venezuela volúmenes mínimos de ayuda humanitaria y, tras el anuncio de la Cruz Roja, celebró el logro como "una gran conquista de nuestra lucha".
"El régimen reconoce su fracaso al aceptar la existencia de una emergencia humanitaria compleja que ellos mismos produjeron", dijo Guaidó en un video compartido en sus redes sociales el viernes.
Maduro, heredero político del fallecido presidente Hugo Chávez, sostiene que el joven líder opositor trama un golpe de Estado en su contra y aún mantiene el control de las funciones estatales y el mando de las fuerzas armadas.
Rocca, presidente de la IFRC, buscó el viernes desmarcarse de la politización de la ayuda humanitaria.
"Nadie está ganando aquí. Aquí lo que necesitamos es salvar vidas", dijo en rueda de prensa y precisó que la distribución de la asistencia sólo será responsabilidad de la Cruz Roja.