Disidentes confirmaron que los gemelos Diango y Bianco Vargas Martín, de 19 años, salieron de prisión.
El histórico acuerdo alcanzado entre Cuba y Estados Unidos para restablecer relaciones diplomáticas tenía, entre los puntos por cumplir, a la liberación de un grupo de 53 prisioneros. Si bien Washington aseguró el pasado martes que las liberaciones habían comenzado, recién este miércoles (07.01.2015) la disidencia en Cuba pudo confirmar que dos jóvenes de 19 años habían dejado la cárcel.
La ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos informó, por medio de su portavoz, Elizardo Sánchez, que los gemelos Diango y Bianco Vargas Martín, de 19 años, habían dejado la reclusión que vivieron durante 25 meses. Ambos habían sido condenados a dos años y seis meses de cárcel acusados de “desacato, resistencia, desorden público y amenazas” y entraron a una cárcel de máxima seguridad con apenas 17 años.
“Al parecer se están iniciando las excarcelaciones”, dijo Sánchez. “Parece que vamos a ver a varias decenas de presos en libertad”, agregó. Aunque ni Cuba ni EE.UU. han dado luces sobre la lista de las personas que dejarán la prisión, lo cierto es que el total de presos políticos en la isla es de 114 reos, por lo que no todos ellos saldrán en libertad. De cualquier modo, la salida de los detenidos es clave para que Barack Obama pueda enfrentar a los detractores del acuerdo con Cuba.
Contentos en cierto grado. Los hermanos Vargas Martín habían sido detenidos tras enfrentarse con la policía durante un “acto de repudio”, según fuentes de la disidencia. Ambos pertenecen al grupo Unión Patriótica de Cuba (UNPACU). “Nos sentimos contentos en cierto grado porque están libres, pero no fue una gran benevolencia del Gobierno, porque les ahorraron solo cuatro meses de la condena”, dijo Ovidio Martín Castellanos, activista de UNPACU, recordando que aún hay otros 40 activistas de su agrupación tras las rejas.
El presidente de UNPACU, José Daniel Ferrer, recordó que los hermanos deberían haber cumplido condena en un correccional de menores, en lugar de en una cárcel de “máximo rigor”. A su juicio, esto refleja la “escasa voluntad de las autoridades cubanas” por cumplir con los derechos fundamentales. Ni Ferrer ni Elizardo Sánchez tienen constancia de que se hayan excarcelado en la isla a otros presos de conciencia.