"El día que el presidente de los Estado Unidos decida venir a Cuba, va a ser bienvenido", dijo a la prensa Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
El presidente estadounidense, Barack Obama, será bienvenido si decide visitar Cuba, pero no debe inmiscuirse en sus asuntos internos, dijo este miércoles una funcionaria de alto rango del Ministerio de Relaciones Exteriores en la víspera del primer aniversario del acercamiento histórico entre ambos países.
"El día que el presidente de los Estado Unidos decida venir a Cuba, va a ser bienvenido", dijo a la prensa Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
"En segundo lugar, yo quisiera al margen de eso que acabo de decir, recordar que Cuba siempre ha dicho (...) que no va a negociar cuestiones inherentes al ordenamiento interno del país a cambio de una mejoría o de una normalización de las relaciones con los Estados Unidos", agregó la funcionaria.
Obama dijo en una entrevista con Yahoo News que espera visitar Cuba en el 2016, pero sólo si se han hecho suficientes avances en las relaciones bilaterales, si se puede reunir con los disidentes políticos y si consigue "impulsar al Gobierno cubano en una nueva dirección".
Un año atrás Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, sorprendieron al mundo al anunciar que los antiguos adversarios normalizarían sus relaciones. Para julio habían acordado restablecer sus relaciones diplomáticas tras una pausa de 54 años.
A Obama le quedan unos 400 días en la Casa Blanca antes de entregue el cargo al próximo mandatario, que podría ser un republicano hostil a su nueva política hacia La Habana.
Castro tiene 800 días antes de que ceda el poder a un nuevo líder comunista. Ambos tienen cierta urgencia para consolidar la nueva relación, al tiempo que promueven sus intereses estratégicos.
"Estamos jugando un juego de ajedrez que tiene un reloj y tenemos que hacer, como en el ajedrez, 41 jugadas antes de que pase un determinado tiempo. El tiempo son los meses que quedan de esta administración", dijo Rafael Hernández, analista político cubano.
"Hay que jugar esta partida por lo menos para llegar a la jugada 41 que significa que el juego está avanzado lo suficiente para si produjera cambio de administración desfavorable, el juego sea difícil de hacer regresar", agregó.
En el año transcurrido desde la distensión, más estadounidenses están visitando Cuba, y más cubanos están tratando de llegar a Estados Unidos, preocupados de que el trato preferencial para los emigrantes de la isla puede terminar.
Bajo unas leyes de la época de la Guerra Fría, los inmigrantes cubanos son bienvenidos sin visa y reciben la residencia en Estados Unidos con relativa facilidad.
Desde la distensión, los ingresos por tierra de cubanos a Estados Unidos se han disparado en casi un 80 por ciento mientras que la cifra que trata de llegar por mar se ha más que duplicado.
Desde que Obama relajó las restricciones a los viajes, las visitas de estadounidenses a Cuba han subido más de un 70%, con 138.000 llegadas en los primeros 11 meses del 2015.