"El español Angel Carromero Barrios se encuentra instruido de cargo por homicidio en ocasión de conducir el vehículo por la vía pública," dijo Granma sin especificar más detalles.
La Habana. Cuba ha imputado al joven político español que conducía el coche en el que murió el disidente cubano Oswaldo Payá en un accidente de tráfico, según indicó este martes el diario Granma, señalando que se le está investigando por homicidio.
No obstante, el medio del gobernante Partido Comunista de Cuba no aclaró si el español ya sido acusado formalmente de ese delito por el fallecimiento de uno de los opositores más conocidos en la isla. El accidente se produjo el 22 de julio, cuando el vehículo en el que viajaban se salió de la carretera y chocó contra un árbol.
"El español Angel Carromero Barrios se encuentra instruido de cargo por homicidio en ocasión de conducir el vehículo por la vía pública," dijo Granma sin especificar más detalles.
Carromero, vicesecretario de Nuevas Generaciones del gobernante Partido Popular en Madrid, está retenido en La Habana y podría ir a un juicio en el que se arriesga a una pena de hasta 10 años de cárcel, según la legislación cubana.
En el accidente ocurrido cerca de la ciudad de Bayamo, en la oriental provincia de Granma -unos 890 kilómetros al este de La Habana-, también falleció el disidente cubano Harold Cepero, de 31 años.
En el coche viajaba además el presidente de la Liga de la Juventud Demócrata Cristiana de Suecia, Jens Aron Modig, a quien "se le permitió retornar a su país, pese a las actividades ilegales que realizó y a la violación de su estatus migratorio," dijo Granma.
El gobierno cubano sostiene que los dos supervivientes del siniestro entraron en la isla el 19 de julio, con visados de turismo, y "disimuladamente, en violación de su estatus migratorio, se involucraron en actividades netamente políticas contra el orden constitucional."
Carromero admitió el lunes haber perdido el control del automóvil cuando llegó a un tramo de la carretera que estaba en obras, según un breve vídeo mostrado a la prensa.
"Perdí el control del coche (...), perdí la estabilidad y la dirección ya no funcionaba y no pude mantener el coche y ya no recuerdo más," dijo en declaraciones a la prensa.
El gobierno cubano considera a los disidentes como "mercenarios" al servicio de potencias extranjeras, principalmente su enemigo Estados Unidos, en un intento por socavar el sistema comunista de la isla.