En 2012, Cuba declaró festivo el Viernes Santo del 6 de abril en consideración a la petición que el papa Joseph Ratzinger hiciera al presidente Raúl Castro para restituir la efeméride durante la visita que realizó a la isla del 26 al 28 de marzo de ese año.
La Habana, EFE. El gobierno de Cuba mantendrá el festivo del Viernes Santo este año después de que en 2012 restituyera de manera "excepcional" esa conmemoración católica con motivo de la visita que el papa Benedicto XVI realizó a la isla en marzo pasado.
"Se ha decidido por la dirección del país aprobar el receso de las actividades laborales el viernes 29 de marzo de 2013", indicó una nota publicada hoy en el diario oficial Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista de Cuba.
La información no menciona que el motivo del festivo será la celebración del Viernes Santo, pero explica que por resolución legal se puede disponer de un receso laboral pago "en adición a lo regulado para los días de conmemoración nacional y los feriados, para una actividad, territorio o el país".
En 2012, Cuba declaró festivo el Viernes Santo del 6 de abril en consideración a la petición que el papa Joseph Ratzinger hiciera al presidente Raúl Castro para restituir la efeméride durante la visita que realizó a la isla del 26 al 28 de marzo de ese año.
La decisión del Consejo de Ministros fue anunciada tres días después de que Benedicto XVI finalizara su estancia en la isla.
Cuba celebró así su primer viernes festivo de Semana Santa desde inicios de la década de los sesentas, cuando la revolución de 1959 liderada por Fidel Castro eliminó ese descanso del calendario.
La petición del ahora papa emérito dio continuidad a la realizada por su antecesor, Juan Pablo II, en la visita que realizó a Cuba en 1998, cuando expresó su deseo al entonces mandatario Fidel Castro de que el 25 de diciembre fuera declarado festivo de Navidad, a lo cual el líder cubano accedió.
Cuando el Gobierno cubano anunció el año pasado su decisión de declarar festivo el Viernes Santo, informó que se trataba de una resolución con "carácter excepcional" en espera de una "determinación definitiva".
El viaje a Cuba de Benedicto XVI fue visto como símbolo del buen momento que viven las relaciones de la Iglesia católica y el Gobierno, tras un historial de crisis, tensiones y altibajos.
Benedicto XVI ofició dos misas multitudinarias en Cuba con mensajes en favor de las libertades fundamentales y la reconciliación entre cubanos, al tiempo que exigió mayor libertad religiosa para que la Iglesia amplíe y ejerza plenamente su labor social.