Luego de las visitas a la isla caribeña de los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Bolivia, Evo Morales, surgieron rumores de que La Habana estaría impulsando una ayuda internacional para mediar en la crisis venezolana que ha dejado más de un centenar de fallecidos en los últimos meses.
Cuba rechazó este miércoles ser parte de una presunta mediación en el conflicto por el que atraviesa Venezuela y pidió respeto a la "soberanía" del país petrolero que enfrenta una de las peores crisis de su historia.
Luego de las visitas a la isla caribeña de los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Bolivia, Evo Morales, surgieron rumores de que La Habana estaría impulsando una ayuda internacional para mediar en la crisis venezolana que ha dejado más de un centenar de fallecidos en los últimos meses.
"Cuba rechaza rotundamente tales insinuaciones y reclama el absoluto respeto a la soberanía y a la autodeterminación de la República Bolivariana de Venezuela", dijo el vicepresidente cubano, José Ramón Machado, en un acto en la occidental provincia de Pinar del Río, en presencia del mandatario cubano, Raúl Castro.
La Habana reiteró su apoyo al gobierno socialista de Venezuela, un cercano aliado político desde el año 2000 cuando el entonces presidente Hugo Chávez firmó una serie de acuerdos con el fallecido líder cubano Fidel Castro, que incluyen el suministro subsidiado de crudo venezolano a Cuba, en un intercambio por servicios médicos.
"Sólo compete al pueblo y al gobierno bolivariano superar sus dificultades sin intromisión extranjera en sus asuntos internos", destacó ante unas 15.000 personas reunidas en el acto para celebrar el Día de la Rebeldía Nacional, que marcó el inicio de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959.
"Reafirmamos una vez más nuestra inconmovible solidaridad con el pueblo venezolano", agregó el también segundo jefe del gobernante Partido Comunista en la primera reacción oficial acerca del tema. "Quienes intentan desde el exterior dar lecciones de democracia y derechos humanos (...) deben sacar sus manos de esa nación".
La oposición venezolana esperaba el miércoles paralizar el país 48 horas con una huelga en protesta contra la Asamblea Constituyente promovida por el presidente Nicolás Maduro, a la que ven como una amenaza para la democracia y economía del país petrolero. El paro es parte de una escalada de las protestas lideradas por los adversarios del mandatario socialista desde abril.