Oswaldo Payá, de 60 años, viajaba en la provincia oriental de Granma al momento del accidente, cuyos detalles aún son desconocidos, indicaron las fuentes.
La Habana. Oswaldo Payá, uno de los disidentes más conocidos de Cuba Y líder del Movimiento Cristiano de Liberación, murió el domingo en un accidente automovilístico, dijeron fuentes religiosas y de la disidencia.
Payá, de 60 años, viajaba en la provincia oriental de Granma al momento del accidente, cuyos detalles aún son desconocidos, indicaron las fuentes.
Según la bloguera disidente Yoani Sánchez, que dio a conocer la noticia a través de Twitter, la muerte de Payá fue confirmada por el secretario del obispo de Bayamo, Carlos Amador.
La familia de Payá no estaba inmediatamente disponible para comentar sobre la noticia.
En el 2002, Payá lideró una campaña que llamaba a la realización de un referendo sobre el gobierno de un partido y entregó más de 30.000 firmas.
La iniciativa por la petición fue rechazada por el Gobierno, pero Payá emergió como el principal defensor de un cambio democrático pacífico en la Cuba comunista.
El activista recibió el Premio Sakharov, el máximo galardón de derechos humanos de la Unión Europea, en el 2002, llamado así en honor al difunto disidente soviético Andrei Sakharov.
Payá fue nominado dos veces para recibir el premio Nobel de la paz por parte del ex presidente checo Vaclav Havel.
Un católico devoto que fue enviado a un campamento de trabajos en la década de 1960 debido a sus creencias religiosas, Payá superó la intimidación y el acoso para construir la primera iniciativa de oposición nacional de Cuba.
“"Esto es trágico para la familia y el movimiento por los derechos humanos y pro-democracia en Cuba", dijo a Reuters Elizardo Sánchez, jefe de la Comisión Cubana para los Derechos Humanos, que es ilegal, aunque tolerada en el país.
“"Payá era considerado el líder político más notable de la oposición cubana", agregó.
Activista pacífico. Su campaña para recolectar firmas para pedir "reformas moderadas al Estado unipartidista de Cuba" fue denominado el "Proyecto Varela" por Payá, en honor a Félix Varela, un sacerdote cubano de comienzos del siglo XIX que fue uno de los principales defensores de los derechos humanos en la isla durante la lucha por la independencia con España.
La petición fue rechazada por el Gobierno del entonces presidente Fidel Castro como un complot de Estados Unidos para minar su mandato de cuatro décadas.
Cerca de 40 de los activistas de Payá, incluyendo a sus más cercanos asesores, figuraron entre los 75 críticos a Castro arrestados en una operación contra disidentes en marzo del 2003 y que recibieron sentencias de cárcel de hasta 28 años.
Ellos fueron liberados en el 2011.
Payá, un ingeniero de equipos médicos de trato afable, no se había dado por vencido y siguió llamando a un diálogo nacional entre cubanos, incluyendo a miembros del gobernante Partido Comunista, para discutir una transición no violenta a la democracia.
También tenía muchos seguidores entre los exiliados cubanos en Estados Unidos y otros lugares. En el 2003 visitó Estados Unidos, donde fue recibido por el entonces secretario de Estado Colin Powell y luego estuvo varios días en Miami, donde se reunió con exiliados cubanos.
"A través de su liderazgo, Oswaldo inspiró a incontables defensores de la democracia que han abrazado y llevado adelante su visión de cambio político no violento", dijo en un comunicado el Cuba Study Group, una de las principales organizaciones de exiliados cubanos-estadounidenses.