De aprobarse la propuesta, aliviaría la presión sobre la generación histórica que llegó al poder hace más de medio siglo y desde entonces ha ejercido cargos claves.
La Habana. El Partido Comunista de Cuba podría ponerle fin el sábado a la permanencia indefinida de los funcionarios públicos en sus cargos, en lo que representaría una de las reformas más contundentes de la estructura política del país desde la Revolución de 1959.
La organización gobernante celebrará este fin de semana su primera conferencia y el propio presidente Raúl Castro disparó las expectativas al proponer en abril -al cierre del congreso comunista- que quienes ejerzan cargos estatales o partidistas deben hacerlo máximo por dos períodos de cinco años cada uno.
La iniciativa es vista por analistas como un intento por democratizar la isla caribeña y cuenta con el respaldo popular, justo cuando los cubanos comienzan a saborear los beneficios de reformas económicas que han abierto opciones como la de hacer negocios privados y de comprar y vender viviendas y autos.
De aprobarse la propuesta, aliviaría la presión sobre la generación histórica que llegó al poder hace más de medio siglo y desde entonces ha ejercido cargos claves. Hoy la mayoría tiene edades que rondan los 80 años.
Castro, de 80 años y quien gobierna desde el 2008 cuando reemplazó a su enfermo hermano Fidel -presidente por casi 49 años-, admitió que el Gobierno cubano no ha hecho lo suficiente para conseguir un reemplazo generacional en el liderazgo.
Arturo López-Levy, un experto en temas cubanos basado en la Universidad de Denver en Estados Unidos, dijo a Reuters que la propuesta tendría "efectos democratizadores" para la isla.
"Crea una promesa de relevo inter-generacional con estabilidad, ya que reduce las posibilidades de acumulación excesiva de poder unipersonal (menos tiempo en los cargos) y limita las ventajas de los mandatarios versus aquellos individuos con propuestas diferentes", sostuvo.
"Implica la ventilación de nuevas ideas dentro del sistema, mientras reduce los traumas del retiro de los cuadros de mayor edad", dijo López-Levy por correo electrónico.
Propuestas y desafíos. Poco se conoce de los preparativos de la reunión, que según el presidente Castro abordará asuntos internos. Hace dos semanas llamó a no hacerse "tantas ilusiones, ni levantar muchas perspectivas" con la conferencia del Partido Comunista, pues la palabra final de lo que se decida allí la tiene el Congreso.
"Ahora esto es una cuestión interna del partido, de irlo perfeccionando que requiere mucha perfección, mucha perfección en todos los sentidos, ajustándolo a los tiempos que vivimos", dijo Castro este mes a periodistas.
La cita partidista llega mientras el país implementa más de 300 reformas que aspiran a modernizar el socialismo y hacer eficiente su economía.
Autoridades comunistas han dicho que 78 de los 96 objetivos de la reunión fueron plasmados en un "documento base" y modificados en reuniones locales. Los cambios no son públicos.
Expertos locales consideraron que es la última oportunidad de los líderes históricos para democratizar el país.
"La cabal comprensión de los anhelos de la Cuba real (...) y la capacidad de desatar un quehacer político renovado a tono con los anhelos de la sociedad cubana constituyen el más grande desafío actual del Gobierno cubano", dijo este mes el intelectual Lenier González a la revista Espacio Laical.
Por su parte, el educador Ariel Dacal afirmó recientemente que dentro y fuera de la isla "es amplio el consenso de que las estructuras políticas, económicas y culturales deben cambiar".
Temas postergados por años, como una mayor inclusión y más derechos para las minorías sexuales, esperan el respaldo de la conferencia.
"Hemos identificado personas que sabemos que están interesadas en plantear más explícitamente esta necesidad", dijo a periodistas la pasada semana la sexóloga Mariela Castro, hija del presidente cubano que defiende los derechos de las minorías sexuales en Cuba.
"Ayudaría a destrabar, a desarticular todos los prejuicios que están establecidos como barreras (...), no quiere decir que lo logre totalmente pero por los menos contribuye y eso por supuesto no deja de crear contradicciones dentro del mismo partido", agregó.
Militantes comunistas que pidieron no ser identificados dijeron que en reuniones previas algunos abogaron porque sean legalizados otros partidos, y hasta solicitaron sustituir el nombre actual por el de Partido Revolucionario Cubano.
El Partido Comunista de Cuba (PCC) es la fuerza dirigente superior de la Sociedad y el Estado, según la Constitución vigente desde 1976.
Pequeños y desconocidos partidos políticos operan de forma ilegal en la isla, cuyos miembros a menudo son catalogados como "mercenarios" al servicio del enemigo Estados Unidos, que mantiene un embargo sobre la isla.