Castro falleció el viernes a los 90 años y desde entonces ha recibido sentidos homenajes en Cuba y varios países de la región, mientras sus detractores han celebrado su partida, sobre todo a unos 150 kilómetros al norte, en Miami.
Una caravana con las cenizas del líder cubano Fidel Castro partirá este miércoles desde La Habana, en un recorrido de cuatro días a lo largo de toda la isla para brindar el último adiós al hombre que gobernó por casi medio siglo erigiendo un régimen comunista a escasos kilómetros de su enemigo ideológico, Estados Unidos.
Castro falleció el viernes a los 90 años y desde entonces ha recibido sentidos homenajes en Cuba y varios países de la región, mientras sus detractores han celebrado su partida, sobre todo a unos 150 kilómetros al norte, en Miami.
El recorrido con los restos de Castro emulará, en sentido opuesto, la "caravana de la libertad" que emprendieron desde la ciudad de Santiago de Cuba, al extremo oriental de la isla, a La Habana los guerrilleros barbudos comandados por Fidel Castro y que terminó con el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista en 1959.
"Fidel no ha muerto porque las ideas no mueren, menos aquellas que abonan el camino de la emancipación", dijo la noche del martes el presidente de Bolivia, Evo Morales, en un multitudinario homenaje a Castro en la Plaza de la Revolución, epicentro del poder político y testigo de maratónicos discursos de "El Comandante".
"Está más vivo que nunca", agregó con la voz entrecortada.
Una vez finalizado el recorrido de casi 1.000 kilómetros, los restos de Castro reposarán en el cementerio Santa Ifigenia, cerca de la tumba de uno de sus grandes inspiradores: el héroe de la independencia cubana, José Martí.
Aquejado por una afección intestinal no revelada, Castro cedió el poder a su hermano menor, Raúl, en el 2006 y desde entonces sus apariciones públicas disminuyeron ostensiblemente.
Sin embargo, de cuando en cuando, fustigaba en artículos de opinión a Estados Unidos, con quien su hermano restableció relaciones diplomáticas en el 2015 tras más de medio siglo de hostilidades.
Pero algunos temen que el acercamiento, que el presidente saliente Barack Obama no ha podido sellar, se enfríe con la llegada del republicano Donald Trump a la Casa Blanca en enero.
"Si Cuba no está dispuesta a un mejor acuerdo para el pueblo cubano, los cubanoamericanos y los estadounidenses en su conjunto, pondré fin al acuerdo", dijo Trump esta semana.