Al dar su primera conferencia en España, los disidentes pidieron que cuando el resto de los prisioneros sean liberados tengan total autonomía, como cualquier ciudadano, y no estén bajo el escrutinio del Gobierno.
Madrid. Seis de los 10 presos cubanos liberados esta semana que han viajado a España reclamaron este jueves la excarcelación del resto de sus compañeros, en particular de los que desean quedarse en Cuba, y denunciaron la situación en las cárceles de la isla caribeña.
Recién llegados de La Habana, los disidentes aseguraron que, tras recuperarse físicamente, seguirían luchando por la libertad de expresión y la democracia en Cuba.
"El gobierno cubano está liberando a los que hemos optado por el exilio. Lógicamente esto conlleva trámites de inmigración, consultas con el país receptor... una serie de dificultades. Sin embargo para excarcelar a los que quieren quedarse en Cuba es mucho más fácil", declaró en una rueda de prensa en Madrid Ricardo González.
"¿Por qué el Gobierno cubano no libera a los que han decidido quedarse en Cuba si solamente hay que abrir las puertas de las prisiones? ¿Por qué los que han decidido partir al exilio tienen que seguir presos y no pueden ver su casa y hacer trámites como cualquier ciudadano y tienen que ir de la prisión al aeropuerto sin ver por última vez su casa o reunirse con su familia?", agregó el que fuera codirector de la agencia de prensa independiente Cuba Press.
Los disidentes piden que cuando el resto sean liberados tengan total autonomía, como cualquier ciudadano, y no estén bajo el escrutinio del Gobierno y con la "espada de Damocles" de volver a la cárcel sobre sus cabezas.
Además de González, asistieron a la cita con los medios, José Luis García Paneque, Julio César Gálvez Rodríguez, Omar Rodríguez Saludes, Normando Hernández González y Lester González.
Los cubanos, que llevaban en prisión desde 2003, esperan que su liberación no sea una pantalla para mejorar la imagen del gobierno de Cuba, por la difícil situación económica y ahora que la Unión Europea tiene previsto reunirse en septiembre para valorar la "posición común" respecto a la isla.
"Si no son rehenes, que les abran las puertas de una vez", agregó González, que cree que sus compañeros serán moneda de cambio.
Atribuyen su liberación a una serie de acontecimientos: la muerte del disidente Orlando Zapata, la huelga de hambre de Guillermo Fariñas - depuesta al conocer su liberación -, las marchas pacíficas del grupo de las Damas de Blanco, el apoyo del exilio cubano y la lucha por la democracia y la libertad de pueblos y gobiernos de todo el mundo, que les han apoyado.
Los recién liberados también denunciaron las malas condiciones de salubridad de las cárceles cubanas y la dureza con la que fueron tratados en los primeros meses en prisión, según afirman peor que a los presos comunes, restringiéndoles más las visitas o alejándolos de sus familias.
Relataron humedades, cucarachas, alacranes, brotes de dengue y tuberculosis, superpoblación carcelaria y una alimentación que les ha provocado graves problemas estomacales a algunos de ellos.
Los ex presos explicaron que algunos de los reclusos llegaban a autolesionarse para ser atendidos por los servicios sanitarios en las prisiones, porque los funcionarios ignoraban sus peticiones.
Limbo jurídico. Ahora, una vez en España, advierten de que se encuentran en un limbo jurídico, al menos temporalmente, y que desconocen qué les depara el futuro.
García Paneque, un cirujano que ha adelgazado casi 40 kilos durante su estancia en prisión, recordó que cuando salieron de Cuba no se les conmutó o anuló su sentencia, por lo que en caso de regresar podrían acabar de nuevo en la cárcel aunque esto no está claro ya que para volver a su tierra tendrán que tramitar un permiso especial con las autoridades cubanas.
"Pedir permiso para entrar en tu casa es una falta de respeto", apuntó Omar Rodríguez, que trabajaba en la agencia Nueva Prensa.
El grupo está a la espera de tramitar con las autoridades españolas su estatus - ya sea refugiado político o inmigrante. Mientras, están acogidos en un hostal aunque pronto serán enviados a otros centros de acogida dentro del territorio español como Valencia o Murcia, y se quejaron de no pueden intervenir en este proceso.
"(Mi destino) no depende de mi opinión. Me la imponen. Ha salido de una prisión con barrotes y estoy en una prisión sin barrotes", indicó Julio César Gálvez.
El grupo de ex reos se quejó de la falta de privacidad en este lugar de acogida, donde tienen que compartir el baño y están en habitaciones múltiples, aunque reconocieron que no es comparable con el lugar de donde vienen.
Respecto al futuro, desean que esta liberación sea un primer paso hacia una transición democrática en Cuba e instan al gobierno de Raúl Castro que anule la "ley mordaza" que les llevó a prisión en la primavera de 2003 y que permita la visita libre a la isla de cualquier relator de las Naciones Unidas que lo desee como un primer gesto de apertura.