La reunión y saludo de manos en este cónclave de los presidentes de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, arrebató toda la atención y fue reconocido como un momento histórico, tras décadas de bloqueo económico por parte del país norteamericano a la isla.
Panamá. La VII Cumbre de las Américas terminó esta noche en la capital panameña como se esperaba, con Cuba y Estados Unidos como protagonistas, acuerdos técnicos en su mayor parte sobre el tema de la prosperidad con equidad, pero sin consenso en cuanto a los grandes temas de carácter político.
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, coincidió en valorar la oportunidad que ha representado esta cumbre, con la participación conjunta por primera vez en este foro de los presidentes de Estados Unidos y Cuba, como señal de las posibilidades de superar viejas y nuevas diferencias, y que los problemas no impidan avanzar en los propósitos que importan para la región.
Varela dijo en conferencia de prensa en el centro de convenciones Atlapa, tras cerrar el encuentro, que quisiera que esta Cumbre, que tuvo como tema principal la prosperidad con equidad y contó por primera vez con la presencia de todos los 35 gobiernos del hemisferio desde la instalación de la cumbre en 1994, sea recordada por su sentido humano.
La reunión y saludo de manos en este cónclave de los presidentes de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, arrebató toda la atención y fue reconocido como un momento histórico, tras décadas de bloqueo económico por parte del país norteamericano a la isla, y divergencias entre los gobiernos de estas dos naciones, que reiteraron la voluntad de seguir un camino, aún complejo, para restablecer las relaciones diplomáticas bilaterales.
En su discurso el jefe de Estado cubano reconoció que le habían dado ocho minutos, pero que se tomó 50 minutos, explicando jocosamente que estaba recuperando el tiempo por las Cumbres en las que Cuba no había estado presente, convirtiéndose en otro momento estrella del evento.
"Pido disculpas al presidente Obama y a otros presentes por expresarme así. La pasión se me sale cuando hablo de la revolución. El presidente Obama no tiene ninguna responsabilidad" sobre lo ocurrido, reafirmó Castro tras su histórico cuestionamiento sobre la política intervencionista de Estados Unidos.
Reconoció además a Obama como "un hombre honesto", y cuya forma de ser, dijo, obedece a su origen humilde.
Obama le puso interés también al diálogo al asegurar que "ya no estamos en la guerra fría", y que la política de su país no ha sido perfecta, pero que se quiere trabajar para ayudar a Cuba.
El levantamiento del bloqueo y el cierre de la base estadounidense de Guantánamo quedaron entre los temas importantes pendientes de resolverse en la relación Cuba-Estados Unidos.
En medio del debate no faltaron los reclamos atizados por los presidentes de Argentina, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, Cristina Fernández, Rafael Correa, Evo Morales, Daniel Ortega y Nicolás Maduro, respectivamente, sobre la responsabilidad que tiene Estados Unidos con la política que ha desarrollado respecto a América Latina.
Correa manifestó que esta debió haber sido convocada mejor como una Cumbre de prosperidad con equidad, pero también con justicia, haciendo alusión a la responsabilidad de la política estadounidense, y que Morales y Ortega no dudaron en calificar de nuevo como imperialista.
En el marco de la Cumbre hubo también otras expresiones, debates y propuestas planteados a través encuentros previos como los Foros Empresarial, de Rectores, de los Jóvenes y de la Sociedad Civil, en tanto se daban otros encuentros en la ciudad como la Cumbre de los Pueblos -de sindicalistas- y una Cumbre Indígena, en la que los grupos denunciaron no haber sido escuchados en la Cumbre de las Américas.
Morales cuestionó que no haya sido posible lograr el consenso en cuanto a algunos puntos, y debido a la oposición de Estados Unidos y Canadá, incluyendo un rechazo al decreto estadounidense a través del cual se considera a Venezuela una amenaza para la seguridad.
"Qué amenaza puede ser Venezuela para una potencia como Estados Unidos", preguntaron los críticos.
Varela y su vicepresidenta y canciller, Isabel de Saint Malo, consideraron un logro que haya habido un 90% de acuerdo en los compromisos propuestos para esta Cumbre a nivel técnico.
El mandatario opinó que lo principal fue haber facilitado un diálogo franco y respetuoso, y al no haberse pretendido unanimidades importantes en medio de la pluralidad. Agregó que el interés de Panamá ha sido ayudar a tender puentes.
De Saint Malo detalló que en esta Cumbre se logró el consenso en 42 de los 48 mandatos propuestos, y respecto a temas como el fortalecimiento de la educación, respecto al cual el presidente colombiano Juan Manuel Santos propuso crear un sistema educativo de educación, el acceso a la salud, a la energía y de fuentes diversas, la restauración del medio ambiente y la protección a los migrantes.
Agregó que también se compartió la necesidad de unir esfuerzos contra el terrorismo y otras amenazas, y se acordaron mandatos para fortalecer el estado de derecho, la independencia de las instituciones y el respeto a los derechos humanos, al igual que para el desarrollo de infraestructura.
Varela explicó que se deberán identificar proyectos de infraestructura considerados como necesarios, y explicó que la información sobre lo acordado ha sido compartida con los organismos multilaterales de crédito.
El presidente de Panamá resaltó que se celebró también en este foro el avance en las negociaciones de paz en Colombia, entre el gobierno de ese país y las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Además, el mandatario destacó que el presidente de Perú, Ollanta Humala, pidió que su país sea sede de la próxima Cumbre de las Américas.