Ahora, que inesperadamente una cumbre parece posible, los analistas temen que el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump carezca de la experiencia necesaria para aprovechar un espectáculo político tan buscado por Pyongyang.
Seúl/Washington. Durante al menos dos décadas, los líderes de Corea del Norte han estado buscando una entrevista personal con un presidente estadounidense.
Ahora, que inesperadamente una cumbre parece posible, los analistas temen que el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump carezca de la experiencia necesaria para aprovechar un espectáculo político tan buscado por Pyongyang como una oportunidad significativa para convencer a Corea del Norte de abandonar su programa nuclear.
Funcionarios surcoreanos dijeron este viernes que Trump acordó casi inmediatamente reunirse con el líder norcoreano Kim Jong Un, sin condiciones previas, a finales de mayo. Incluso a los partidarios de un acercamiento diplomático con Corea del Norte les preocupa que el Gobierno de Trump celebra precipitadamente una reunión, dejando poco tiempo para prepararse.
Una cumbre como esta - la primera vez en que se reúnan los líderes estadounidenses y norcoreanos - se debería celebrar solo después de que cada bando hubiera aceptado al menos algunos acuerdos concretos, dijo Suzanne DiMaggio, una experimentada investigadora del comité de expertos New America, que comprometió a altos cargos de Corea del Norte en discusiones no oficiales.
"Tendrá que ser administrada cuidadosamente, con un gran nivel de trabajo previo", dijo en Twitter. "De lo contrario, corre el riesgo de ser más un espectáculo que otra cosa. Ahora mismo, Kim Jong Un está marcando la agenda y el ritmo, y la Administración de Trump está reaccionando. El Gobierno de Estados Unidos necesita moverse rápidamente para cambiar esta dinámica".
El secretario de Estado, Rex Tillerson, a menudo ha sido contradicho públicamente por la Casa Blanca en el caso de Corea del Norte, incluido el jueves cuando pocas horas antes del anuncio de la cumbre dijo: "Estamos muy lejos de las negociaciones".
"Una reunión entre Trump y Kim presenta a la vez riesgos y oportunidades", dijo Bonnie Glaser, una experta en Asia del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
"Estados Unidos necesita estar muy, muy bien preparado y saber exactamente lo que quiere lograr, así como también lo que está dispuesto a ofrecer a cambio".
"Una recompensa a Corea del Norte". Los analistas afirman que Corea del Norte ha estado buscando una cumbre con líderes estadounidenses para ganarse legitimidad internacional, lo que impidió que la Administración estadounidense incluyera en el pasado a Pyongyang en sus invitaciones.
"Una cumbre es una recompensa para Corea del Norte", dijo Robert Kelly, profesor de la Universidad Nacional de Pusan en Corea del Sur.
"Implica el prestigio de conocer al jefe de Estado de la primera potencia y democracia del mundo. Por eso no deberíamos hacerlo a menos que obtengamos una concesión significativa de Corea del Norte. Por eso otros presidentes no lo han hecho".
Si la cumbre fracasa, el costo puede ser mayor que en el pasado, han señalado los observadores, ya que Corea del Norte posee un arsenal nuclear y Trump ha afirmado que podrían ser necesarios ataques militares para eliminar esas armas.
Kim Jong Un "se ha comprometido a la desnuclearización" y a suspender las pruebas nucleares y de misiles, dijo el jefe de la Oficina de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong, a los periodistas en la Casa Blanca el jueves después de informar a Trump. Corea del Norte, sin embargo, aún tiene que proporcionar más detalles.
"No ha habido ninguna cumbre entre Corea del Norte y Estados Unidos y tener una después de que Corea del Norte ya haya obtenido armas nucleares básicamente envía una señal de que Estados Unidos está dispuesto a tratar con Corea del Norte sobre esa base", dijo Zhao Tong, un experto de Corea del Norte en el Carnegie-Tsinghua Center en Beijing.
"Con esto Corea del Norte lograría su primer objetivo, incluso si no hay progreso alguno en los temas que aborden en la cumbre", dijo Zhao.
Un alto funcionario de la administración dijo que Trump fue elegido para adoptar un enfoque diferente al de sus antecesores.
Esto incluyó evitar las negociaciones de bajo nivel que han fracasado en el pasado y hablar directamente con Kim como "la única persona que puede realmente tomar decisiones en lugar de repetir... el largo camino del pasado", dijo el funcionario.