La negativa de Trump, calificada por su rival demócrata, Hillary Clinton, como "horrible", fue el momento más destacado del tercer y último debate, y ahondo en acusaciones que ha hecho durante las últimas semanas de que las elecciones están amañadas.
Las Vegas. El candidato republicano Donald Trump dijo este miércoles que no se compromete a aceptar el resultado de la elección presidencial de Estados Unidos si pierde el 8 de noviembre, un desafío sin precedentes a una piedra angular de la democracia del país que generó agitación en el espectro político.
La negativa de Trump, calificada por su rival demócrata, Hillary Clinton, como "horrible", fue el momento más destacado del tercer y último debate, y ahondo en acusaciones que ha hecho durante las últimas semanas de que las elecciones están amañadas.
A la pregunta del moderador Chris Wallace sobre si Trump se comprometía a una transición pacífica del poder, el empresario reconvertido en político respondió: "Lo que estoy diciendo es que les diré en su momento. Los mantendré en suspenso. ¿Okay?".
Las palabras de Trump podrían inflamar a sus seguidores contrarios a la elite dirigente, pero es improbable que reviertan los sondeos de opinión que muestran que está perdiendo, incluso en estados claves que deciden las elecciones.
"Esa no es la forma como funciona nuestra democracia", dijo Clinton durante el debate. "Llevamos 240 años en esto. Hemos tenido elecciones libres y justas. Hemos aceptado los resultados cuando podrían no habernos gustado. Y eso es lo que debería esperarse de cualquier persona que se presente en un escenario de debate durante las elecciones generales", agregó.
Un sondeo rápido de CNN/ORC indicó que el 52 por ciento piensa que la ex secretaria de Estado ganó el debate, mientras que el 39 por ciento sostuvo que el vencedor fue Trump, que se presenta por vez primera a un cargo público.
El peso mexicano, considerado una medida de las perspectivas del magnate neoyorquino, subió hasta su nivel más alto en seis semanas al final del cara a cara, sugiriendo una mayor confianza de los inversores en un triunfo de Clinton.
PREOCUPACIÓN REPUBLICANA
La corriente principal de los republicanos criticó con rapidez el comentario. El senador Lindsey Graham, un ex candidato presidencial que nunca ha sido muy afín a Trump, dijo: "Si pierde, no será porque el sistema está 'amañado', sino porque fracasó como candidato".
El neoconservador Bill Kristol, editor de la revista política The Weekly Standard, tuiteó: "Deploro lo que Trump dijo y lo que se negó a decir sobre la aceptación de los resultados electorales. Confirma mi juicio de que no debería ser presidente".
El compañero de fórmula de Trump para vicepresidente, Mike Pence, afirmó que Trump "aceptará el resultado", porque va a ganar.
El debate se centró por vez primera más en la política que en la personalidad de los aspirantes, pero aún así hubo duros ataques entre ellos.
Trump, de 70 años, dijo que Clinton "es una mujer muy desagradable" y acusó a su campaña de orquestar una serie de acusaciones de mujeres que dijeron que el empresario realizó avances sexuales indeseados en su contra, indicando que tanto ella como el presidente Barack Obama están detrás de los disturbios en sus mítines.
Clinton, de 68, afirmó que el propio Trump había incitado a la violencia, menospreciado a las mujeres y que representa un peligro para Estados Unidos.
Trump dijo que todas las historias sobre delitos sexuales son "totalmente falsas" y calificó la campaña de Clinton como "sórdida". Asimismo, afirmó: "Nadie tiene más respeto por las mujeres que yo, nadie".