Decenas de miles de personas han muerto en México en medio de una guerra contra las drogas encabezada por Estados Unidos. Sin embargo, el enfoque prohibicionista del país latinoamericano en contra de la marihuana está cada vez más lejos del de Estados Unidos, donde la liberalización está avanzando.
Ciudad de México. Los partidarios de reformas a leyes sobre drogas en México están alarmados por la creciente brecha con su vecino Estados Unidos en la legislación sobre marihuana, mientras la violencia criminal se recrudece en el país latinoamericano.
Decenas de miles de personas han muerto en México en medio de una guerra contra las drogas encabezada por Estados Unidos. Sin embargo, el enfoque prohibicionista del país latinoamericano en contra de la marihuana está cada vez más lejos del de Estados Unidos, donde la liberalización está avanzando.
California se convirtió en noviembre en el primer estado en la frontera de Estados Unidos y México en votar por la legalización lúdica del cannabis, poniendo presión a los legisladores mexicanos para un cambio de política.
A principios de este mes, el Senado de México aprobó un proyecto de ley sobre marihuana medicinal -que aún debe ser votado por la Cámara baja- pero sus críticos dicen que es muy poco.
"Es una reforma chiquitita para un problema enorme que tiene el país", dijo hace unas semanas el senador de izquierda Mario Delgado, durante la discusión en el Congreso sobre el uso medicinal de la marihuana.
"Va a ser absurdo que de este lado de la frontera continuemos con la violencia, con los muertos; y del otro lado de la frontera, esta misma droga sea considerada legal para el uso lúdico", agregó.
La violencia de las bandas criminales ha llevado a que la cifra de asesinatos esté a punto de superar los 20.000 en 2016 por primera vez en cuatro años, que se suman a las más de 100.000 muertes registradas en los diez años de campaña militar del Gobierno contra el narcotráfico.
Muchos miles de personas más están desaparecidas.
El presidente Enrique Peña Nieto dijo en 2014 que México no podría seguir caminos divergentes con Estados Unidos sobre la marihuana y este año presentó un proyecto de ley para cerrar la brecha con la legislación estadounidense. Pero los congresistas de su propio partido se han mostrado reacios a apoyarlo.
Washington y Colorado legalizaron el uso recreativo de la marihuana en 2012 y actualmente muchos más estados de Estados Unidos permiten su uso medicinal, como ocurre en Canadá.
California, cuya economía es de alrededor del doble del tamaño de la de México, fue vista como un indicador para un cambio en la política.
El año pasado, la Suprema Corte de Justicia de México abrió la puerta a la liberalización del uso de la marihuana, otorgando un histórico amparo a cuatro personas para permitirles su siembra y consumo personal.
En abril, Peña Nieto propuso despenalizar la posesión de hasta 28 gramos de marihuana para uso personal, lo que permitiría liberar a personas encarceladas por portar esa cantidad.
Pero los senadores de su Partido Revolucionario Institucional (PRI) congelaron la iniciativa argumentando que "requiere un mayor análisis", y sólo respaldaron el uso de la marihuana medicinal.
El PRI atribuyó el descalabro que sufrió en las elecciones estatales de junio a la agenda liberal de Peña Nieto, en particular, a su propuesta de legalizar el matrimonio igualitario, dijo Lisa Sánchez, directora del programa política de drogas de la organización México Unido Contra la Delincuencia.
"Inmediatamente trasladaron esa discusión a la cuestión de las drogas diciendo: Si nos volvemos demasiado liberales, podríamos perder más elecciones", comentó Sánchez.
Las encuestas de opinión muestran que si bien existe apoyo público para el uso de la marihuana medicinal, los mexicanos aún se resisten a la idea de liberalizar totalmente la droga para fines recreativos.
Mientras el Congreso se demora, algunas personas aprovechan la apertura de Estados Unidos, dijo Jaime Andrés Vinasco, estudiante de doctorado en la universidad Colef en Tijuana, ciudad fronteriza sede de narcotraficantes mexicanos.
En Tijuana, los consumidores con dinero aprecian la marihuana medicinal traída de los dispensarios de California que es más potente y de mayor calidad que la hierba local, dijo Vinasco, quien ha hablado con usuarios y distribuidores para sus investigaciones sobre el flujo inverso.
"El cannabis de California para los tijuanenses o residentes en Tijuana se ha convertido para la gran mayoría en un artículo de lujo", dijo. "Un fenómeno bien paradójico", comentó.