El cantante Rubén Blades ha anunciado su intención de presentarse a las elecciones presidenciales de 2019 en Panamá, una decisión que refuerza el compromiso político que siempre le ha caracterizado tanto en lo personal como en su carrera musical.
"Si tengo salud y si tengo el argumento armado así va a ser, como independiente". Con estas palabras en el canal 2 panameño, el músico Rubén Blades anunció que regresará a la arena política de Panamá para ser candidato presidencial en 2019.
El autor de "Pedro Navaja" no es, ni mucho menos, un desconocido en el juego político. Fue ministro de Turismo entre 2004 y 2009 con el presidente Martín Torrijos y en 1994 ya compitió en la carrera presidencial. "Tu voto es la buena semilla" era el lema del Movimiento Papa Egoró (Madre Tierra, en lengua indígena) que lideró Blades y que finalmente perdió los comicios frente a Ernesto Pérez Balladares.
De aquel intento fallido, Blades aprendió algunas lecciones, como que estar al cien por cien en la música y la política es imposible. "Tienes que estar 24 horas, siete días a la semana, 365 días al año", afirmó en la televisión panameña, "para concentrarte en la política".
Por eso planea cerrar todos sus proyectos y compromisos de aquí a 2016 para, a partir de 2017, dedicarse por completo a la política, un escenario en el que el salsero se mueve y baila como pez en el agua.
UN ANIMAL POLÍTICO
"Tenemos que sanear el sistema judicial, esto implica la participación en la política de personas que hasta ahora no se han integrado por considerarlo algo sucio". Como si se lanzara ya la campaña presidencial, Blades argumentó así en la entrevista televisiva algunas de sus prioridades de cara a su nueva etapa política, porque aunque ahora no ostente ningún cargo ni representación, es evidente que no dejó nunca de ser un animal político.
"Formo parte de una generación de panameños, muchos de nosotros provenientes del sector popular, que defendemos y aceptamos la responsabilidad histórica de contribuir, en la medida de lo posible, a crear una sociedad más humana, más justa e inclusiva, más solidaria", escribió en su web en el primero de mayo.
La situación del país que pretende gobernar puede parecer contradictoria. Con un crecimiento del 8,5 % en 2013, Panamá lucha ahora contra la especulación alimenticia y una pobreza que, según la ONU, afecta a uno de cada cuatro ciudadanos.
Pese a ello, los casi 4 millones de panameños se encuentran en una situación favorable respecto al difícil entorno centroamericano: Panamá ocupa el puesto 65 en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU y la esperanza de vida supera los 77 años.
CRÍTICAS Y REPROCHES
En este contexto, Blades se definió en la citada entrevista como "un político de izquierda, pero no de la izquierda estúpida" y además se identificó con la línea de la presidenta chilena, Michelle Bachelet. Esta reflexión podría relacionarse con un texto que Blades escribió en febrero en su página web en el que criticaba la polarización política de Venezuela y que dio pie a un enfrentamiento dialéctico con el presidente Nicolás Maduro.
Lo cierto, sin embargo, es que Blades repartió en ese texto "piropos" a todos sin distinción. Del presidente venezolano dijo que "no parece poseer la suficiente claridad, sagacidad y manejo que requiere un mandatario para dirigir un país tan complejo" y de Henrique Capriles, el líder de la oposición, que "no tiene el carisma ni el planteamiento programático" para convencer a los electores. "El país está tristemente poralizado y por eso hoy Venezuela duele", escribía el músico.
Tampoco dejó pasar la oportunidad de opinar en mayo sobre las elecciones de su país. Otro extenso argumentario en su web oficial sirvió para que Blades mostrara su rechazo a la candidatura del oficialista José Domingo Arias. La situación de la democracia panameña, la propaganda electoral, el estado de las infraestructuras, la independencia de las instituciones o la corrupción fueron algunos de los temas que el músico tocó en su texto para demostrar que nunca se fue del tablero político ni de la vida pública.
MÚSICA PEGADA A LA CALLE
"Rubén Blades puede sonar en los bares de salsa porque tiene 'swing', en las academias de música porque es dueño del bongó, en las escuelas de letras porque es un tremendo contador de historias, en la intimidad de nuestra casa porque su voz es amiga, o en las plazas de mercado porque sus canciones hablan el alfabeto de la calle".
Estas palabras las firmó recientemente el periodista colombiano Alberto Salcedo Ramos sobre el músico panameño. Pocos días antes, Rubén Blades fue invitado a un acto por la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano donde casi participó como un cronista más. De hecho, se recordó que a Gabriel García Márquez le habría encantado escribir la canción de Blades "Pedro Navaja".
Blades siempre ha plasmado una personal e incisiva manera de ver el mundo en sus canciones y, de hecho, este año se cumplen 30 de uno de sus discos más afamados en este sentido: "Buscando América". Canciones como "Desapariciones" o la homónima "Buscando América" mostraron que, con el talento de Blades, política y música podían ir de la mano sin discusiones.
El último disco que publicó, "Tangos", fue este mismo año, pero si se confirman sus aspiraciones políticas podría ser el último por mucho tiempo. En la entrevista televisiva dijo sentirse "cautelosamente optimista" por ofrecer a Panamá un plan "de largo plazo". Ya no quiere ser Blades, el salsero: ahora aspira a ser Blades, el presidente.