En el país, 27,4 millones de personas tienen carencia por acceso a la alimentación, mientras 7,4 millones viven en pobreza extrema y carencia alimentaria severa, enfatiza Oxfam con base en datos oficiales.

A pesar que el derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad se encuentra establecido en el Artículo 4 de la Constitución Política, la situación alimentaria en el país es crítica, de acuerdo con la organización internacional Oxfam.

Tomando como base datos oficiales del 2012, la coordinadora de alianzas e incidencia en campañas de seguridad alimentaria de Oxfam, Ahtziri González, argumentó que una de cada cuatro personas no tiene suficiente que comer, mientras que siete de cada 10 adultos padecen sobrepeso u obesidad y uno de cada 10 niños sufre de desnutrición crónica.

En el país, 27,4 millones de personas tienen carencia por acceso a la alimentación, mientras 7,4 millones viven en pobreza extrema y carencia alimentaria severa, enfatiza Oxfam con base en datos oficiales.

González indicó que este escenario se debe a la ausencia de un sistema alimentario nacional, el cual requiere una política de Estado que involucre a todas las instituciones gubernamentales.

Explicó que en términos de política pública el gobierno ha respondido a través del lanzamiento de la Cruzada Nacional contra el Hambre; no obstante, los retos son enormes y aún es asignatura pendiente la Ley Reglamentaria del Derecho a la Alimentación.

La activista expuso que la voluntad política no debe quedar en una estrategia sexenal, sino convertirse en una política de Estado en materia alimentaria que atienda todas sus etapas; desde la producción hasta el consumo.

De acuerdo con Oxfam, el cambio climático representa un reto para la garantía del derecho a la alimentación, por lo que es indispensable incluir en esta ley el concepto de agricultura sustentable como medida de adaptación.

González advirtió que se estima que, ante el calentamiento global, el norte del país sufrirá de más sequías, mientras en el sur se harán más frecuentes los tifones y tormentas.

Ello, explicó, impactará gravemente a la agricultura debido a la escasez de agua, alteraciones en las temporadas de lluvia y desertificación del suelo, entre otros problemas.

Advirtió que la población más vulnerable es la que habita en zonas rurales y que depende de la agricultura de subsistencia. Por ello, el cambio climático podría tener un fuerte impacto en el aumento de la pobreza y el hambre. “En este contexto, es urgente tomar medidas que prioricen la agricultura resiliente y sustentable”, recomendó.

De no abordar a los programas sociales para combatir el hambre como una política de Estado, se corre el riesgo de que estos esfuerzos no se conviertan en un cambio verdadero, que no exista una mejora del sistema alimentario y que todo quede en un nivel sistema asistencialista, alertó.

Finalmente, la integrante de Oxfam exhortó al Congreso de la Unión dar prioridad en la agenda legislativa a la Ley Reglamentaria del Derecho a la Alimentación, para que con ello se pueda avalar el derecho a una alimentación de calidad.