“En la oposición y en toda Venezuela desconocemos este resultado; el mundo también lo hará”, dijo el vicepresidente del Parlamento, el opositor Freddy Guevara. “Daremos la lucha con el pueblo y nuestros candidatos”.
Caracas. La oposición de Venezuela desconoció los resultados de las elecciones regionales del domingo y acusó de fraude al Gobierno, allanando el camino para nuevas protestas tres meses después de la ola de manifestaciones que cobró más de un centenar de vidas.
Según los datos difundidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el chavismo gobernante se hizo con 17 de los 23 estados en disputa, pese a que los sondeos pronosticaban una derrota en el balance total porque el partido es visto por muchos como el culpable de la crisis económica que sufre el país.
“En la oposición y en toda Venezuela desconocemos este resultado; el mundo también lo hará”, dijo el vicepresidente del Parlamento, el opositor Freddy Guevara. “Daremos la lucha con el pueblo y nuestros candidatos”.
Y más temprano el jefe de campaña de la oposición, Gerardo Blyde, pidió a sus huestes acompañar a los distintos candidatos que reclamaban fraude.
Con este escenario, algunos observadores creen que el clima político subirá de temperatura nuevamente.
“Se producirá el fortalecimiento del ala radical opositora, con consecuencias en términos de recalentamiento de la lucha no electoral”, opinó el analista político Luis Vicente León.
Pero no estaba claro el grado de apoyo que tendría el llamado opositor a defender los votos en las calles, sobre todo después de que muchos adversarios del presidente Nicolás Maduro terminaron frustrados tras las violentas protestas entre abril y julio que no lograron su cometido.
Con las manifestaciones, los dirigentes opositores buscaban elecciones presidenciales adelantadas, ingreso de ayuda humanitaria para aliviar la escasez de alimentos y medicinas y la liberación de cientos de “presos políticos”.
Desde entonces varios políticos opositores fueron sancionados y otros debieron huir del país para evitar la cárcel, debilitando su dirigencia.
Presión internacional. Durante las protestas, el logro más claro de la oposición fue alinear a la comunidad internacional con su reclamo de democracia y exigir sanciones económicas cada vez más fuertes para debilitar el financiamiento de lo que califican como una “cúpula corrupta”.
Las sanciones desde Estados Unidos han sido las más férreas y le han complicado a la administración de Maduro el pago de sus millonarios compromisos internacionales. Además, Donald Trump le pidió recientemente a la Unión Europea sumarse a sus medidas.
Con nuevas sanciones, el Gobierno de Venezuela tendría cada vez más presión no sólo sobre los pagos de deuda sino sobre la disponibilidad de alimentos y medicinas, ya que la mayoría son importadas por el propio Estado.
Pero todavía ningún gobierno se ha pronunciado sobre el tema después de las elecciones y la oposición tendrá que demostrar las irregularidades que señala. En las elecciones presidenciales del 2013 denunció fraude pero no lo pudo probar fehacientemente.
Antes de los comicios, los adversarios de Maduro dijeron que se enfrentaron a complicaciones como la inhabilitación de candidatos, confusas papeletas de votación y la reubicación de última hora de casi 300 centros de sufragio.
“Si a alguien de la oposición se le ocurre cantar fraude en este evento electoral, desaparece como opción política en Venezuela para siempre”, dijo el jefe del comando de campaña del oficialismo, Jorge Rodríguez.
“Sería el colmo de los colmos que en un evento electoral de la limpieza que este tuvo, con la participación que este tuvo, a alguien se le ocurra hablar de algún tipo de irregularidades”, agregó.