La ley peruana señala que solo familiares directos pueden recibir los restos de una persona que muere en prisión, pero -dado que Guzmán carece de parientes conocidos y su esposa está presa- surgieron voces que piden cremarlo y deshacerse de las cenizas ante el supuesto vacío legal.
El destino del cadáver del jefe histórico de la derrotada guerrilla maoísta Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, está en manos de la Justicia de Perú tras el reclamo de su encarcelada viuda de recibirlo a través de una tercera persona para darle sepultura, según trascendió este domingo (12.09.2021).
El cuerpo de Guzmán -quien según la Fiscalía murió de "neumonía bilateral" a los 86 años en una prisión de máxima seguridad donde cumplía cadena perpetua desde 1992- estaba este domingo en la morgue del Callao bajo custodia policial a la espera de una decisión judicial.
La ley peruana señala que solo familiares directos pueden recibir los restos de una persona que muere en prisión, pero -dado que Guzmán carece de parientes conocidos y su esposa está presa- surgieron voces que piden cremarlo y deshacerse de las cenizas ante el supuesto vacío legal.
Sin embargo, Elena Yparraguirre, la esposa de Guzmán y número dos de la organización maoísta, autorizó legalmente desde prisión a Iris Quiñonez, una excompañera de prisión, para solicitar y recoger el cuerpo de la morgue. "La petición será evaluada en las próximas horas por la Fiscalía del Callao", indicó un comunicado del Ministerio Público.
La neumonía bilateral es una inflamación de los dos pulmones y está asociada en ocasiones al COVID-19. Según sus abogados, Guzmán había recibido las dos dosis de una vacuna anticovid entre marzo y abril. El cadáver debe pasar por un nuevo examen de "pericias patológicas, toxicológicas, químicas", añadió la Fiscalía sin mencionar si sospecha de coronavirus. Las personas fallecidas por el virus deben ser incineradas, según la legislación sanitaria de emergencia.
El ministro de Justicia, Aníbal Torres, se pronunció el 11 de septiembre a favor de la cremación de Guzmán. "La vía más apropiada en este momento sería la incineración para no tener un lugar en el cual determinados peruanos quieran rendir homenaje a este personaje", dijo a la prensa.
"Rendirle homenaje, hacer movilizaciones en memoria de Abimael (Guzmán), es apología al delito y pueden ser procesados por esa razón", subrayó el funcionario al recordar que en Perú elogiar o negar que Sendero Luminoso hizo terrorismo está penado.
"No hay protocolo internacional para sepultar dictadores, criminales de guerra y genocidas. No estaría de más que existiera. Obama sacó una ley especial para el cuerpo de Bin Laden", tuiteó la exministra de Defensa Nuria Esparch, sugiriendo tácitamente que el Gobierno proceda de manera similar.
Guzmán pasó sus últimos 29 años preso cargando sobre su espalda haber sido el responsable intelectual de uno de los más cruentos conflictos en América Latina, con 70.000 personas muertas y desaparecidas en dos décadas (1980-2000), según cifras de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (2003).