La hipótesis de la PGR se sustentó principalmente en las declaraciones de los detenidos; sin embargo, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) advirtió otras tres versiones, además de la anunciada como verdad histórica.
Ninguna de las cuatro versiones que relatan los 12 detenidos y culpados del destino de los normalistas desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre del 2014, así como de pertenecer a los Guerreros Unidos, son lineales ni congruentes, además de contrastar con el resto de las evidencias que están en el expediente.
“Estas cuatro versiones son totalmente diferentes y tienen numerosas contradicciones con los elementos de realidad probados sobre el desarrollo de la primera parte de los hechos hasta que los normalistas fueron detenidos”, reporta el GIEI en “Informe Ayotzinapa. Investigación y primeras conclusiones de las desapariciones y homicidios de los normalistas”.
La versión oficial que la PGR planteó en noviembre del 2014 y enero del 2015 —la cual afirma que los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos fueron incinerados en el basurero de Cocula por los narcotraficantes de Guerreros Unidos— fue puesta en duda el domingo pasado por los expertos internacionales que integran al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), nombrados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Tras contrastar las declaraciones de los diferentes acusados con las evidencias que existen en documentos oficiales, los especialistas advirtieron tres versiones, además de la expuesta por la PGR, en el sentido de que los normalistas habrían sido incinerados en el basurero de Cocula.
La primera de las versiones narra que el destino final de los estudiantes fue la colonia Pueblo Viejo. Esta interpretación la sostienen Marco Antonio Ríos Berber, Amarguras, y Miguel Ángel Ríos Sánchez, Pozol, quienes según su declaración habrían participado en los hechos, y Ramiro Ocampo Pineda, Chango, y Osvaldo Ríos Sánchez, Gordo, a quienes se la contaron.
La segunda versión fue relatada el 4 de octubre del 2014 por Martín Alejandro Macedo Barrera. De acuerdo con ésta, a 17 estudiantes los miembros de Guerreros Unidos les habrían dado muerte de manera inmediata en la “casa de seguridad de Las Lomas”.
La versión sobre el basurero de Cocula se encuentra en cinco declaraciones de procesados, que fueron detenidos tres semanas después de los anteriores, quienes refieren haber participado de forma directa en los hechos. Estos procesados son Agustín García Reyes, Cheje o Chereje; Jonathan Osorio Cortez, Jonás 245; Patricio Reyes Landa, Pato; Felipe Rodríguez Salgado, Cepillo o Terco; Miguel Ángel Landa Bahena, Duva, Duvalín o Chequel.
De acuerdo con las declaraciones de Sidronio Casarrubias, El Chino, y José Javier Brito Catalán, JJ, el motivo por el que los estudiantes llegaron a Iguala la noche del 26 de septiembre era para “matar a los hermanos Benítez Palacios”, dueños del autolavado Los Peques.
Los expertos concluyen que estas cuatro versiones son totalmente diferentes y constan de numerosas contradicciones. Mientras unos señalan un operativo de Los Rojos para matar a otros narcotraficantes conocidos como Los Peques, otros hablan de un grupo infiltrado que se habría dirigido a Iguala para atacarlos sin armas ni preparación. Cuando unos mencionan que los autobuses Estrella de Oro fueron tomados en Iguala, la realidad muestra que los normalistas llegaron en dichos autobuses y no fueron a la estación Estrella de Oro, sino a la de Estrella Blanca.
Algunos manifiestan que los normalistas llevaron incluso cuerpos de muertos para dejarlos en Iguala; que fueron agredidos por particulares con armas o que los propios normalistas habrían disparado contra la población, pero ninguna de estas circunstancias está demostrada con los hechos sucedidos.
También exponen fuertes incongruencias sobre el destino intermedio de los normalistas una vez detenidos, mientras unos alegan que fueron llevados a Pueblo Viejo, otros dicen que a una casa de seguridad en Las Lomas, mientras otros refieren el escenario del basurero de Cocula.
Sobre el supuesto destino final de los normalistas, hay diferencias entre quienes indican que un grupo de 17 habrían sido asesinados y otros golpeados pero dejados vivos, mientras otros detenidos asegura que un grupo de 15 habría ya llegado muerto al basurero de Cocula.
Los lugares donde habrían sido asesinados también son diferentes, ya sea en la parte de arriba del basurero o una parte arriba y otra abajo, así como el modo en cómo fueron llevados abajo en esas condiciones difíciles de noche y la forma en que habrían muerto también difiere.
En estas condiciones, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes expone que “el conjunto de estas versiones debe ser reexaminada. Además, ninguna de ellas explica las razones para llevar a cabo este hecho atroz, que no tiene antecedentes en el modus operandi de Guerreros Unidos, ni se relaciona con las evidencias que se han encontrado en otros casos, como fosas de personas desaparecidas que fueron asesinadas”.