La policía brasileña reveló en un comunicado que tenía pruebas de que Lula recibió beneficios ilícitos de un esquema de soborno de la petrolera estatal Petroleo Brasileiro SA (Petrobras) en la forma de pagos y bienes raíces de lujo.
Sao Paulo. La Policía Federal de Brasil detuvo al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva para interrogarlo el viernes en una operación contra la corrupción y lavado de dinero, y dijo que ganancias ilegales habían financiado campañas y gastos del gobernante Partido de los Trabajadores.
La policía reveló en un comunicado que tenía pruebas de que Lula recibió beneficios ilícitos de un esquema de soborno de la petrolera estatal Petroleo Brasileiro SA (Petrobras) en la forma de pagos y bienes raíces de lujo.
"El ex presidente Lula, además de ser el líder del partido, fue el responsable final de la decisión sobre quiénes serían los directores de Petrobras y fue uno de los principales beneficiarios de estos delitos", dijo la policía en el comunicado.
"Hay evidencia de que los delitos lo enriquecieron y financió campañas electorales y al tesoro de su grupo político", agregó.
Un portavoz de Lula no respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios el viernes.
La Policía dijo que, en la última fase de la investigación sobre la operación conocida como "Lavado de Autos", ejecutó 33 órdenes de allanamiento y 11 de detención en distintas ciudades, entre la que se incluyeron dos en Sao Bernardo do Campo, donde vive Lula. Unos 200 policías y 30 auditores de la oficina de impuestos federales participaron en la operación del viernes.
La fundación de Lula dijo en un comunicado el jueves que el ex presidente nunca había cometido algún acto ilegal antes, durante o después de su período presidencial.
Su detención podría ser el mayor evento hasta ahora en una investigación sobre presunta corrupción en Petrobras, que ha involucrado a legisladores y a algunos de los más poderosos ejecutivos de negocios de Brasil.
Lula gobernó Brasil desde el 2003 hasta el 2010, cuando los fiscales alegan que ocurrieron la mayoría de las irregularidades. Su detención podría afectar la reputación del líder más querido en la historia moderna de Brasil y amenaza al Gobierno de su protegida y sucesora, Dilma Rousseff.
La mandataria también ha negado reiteradamente las acusaciones.
La prensa brasileña reportó el jueves que el senador del partido gobernante Delcidio Amaral, un importante aliado legislativo de Rousseff antes de ser arrestado en noviembre, supuestamente vinculó a la presidenta y a Lula en el escándalo que envuelve a Petrobras.