Al término de la segunda ronda de las charlas iniciadas hace un mes en La Habana, el ex vicepresidente colombiano Humberto de la Calle manifestó su optimismo en que pueda avanzarse con mayor celeridad y en forma expedita cuando se reanuden las conversaciones.
La Habana. El gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC dijeron este viernes que avanzaron en la discusión del clave tema agrario, el primero de los cinco puntos del diálogo de paz con el que buscan poner fin a cinco décadas de conflicto armado, aunque el jefe negociador de Bogotá aclaró que quedan muchos retos por delante.
Al término de la segunda ronda de las charlas iniciadas hace un mes en La Habana, el ex vicepresidente colombiano Humberto de la Calle manifestó optimismo en que pueda avanzarse con mayor celeridad y en forma expedita cuando se reanuden las conversaciones el 14 de enero próximo.
"Avanzamos en la discusión del punto uno de la Agenda del Acuerdo General 'Política de Desarrollo Agrario Integral', en la búsqueda de soluciones para contribuir al desarrollo y a la superación de la desigualdad del campo colombiano", dijeron ambas partes en un comunicado conjunto.
De la Calle, quien lidera la representación del gobierno en las conversaciones iniciadas el pasado 19 de noviembre, precisó que se establecieron "mecanismos inéditos" que permiten la participación ciudadana en un conflicto que ha ocasionado miles de muertos y desplazados en el país sudamericano.
No obstante, dijo que "el reto es grande. Nos quedan aún cinco puntos más, todos sensibles y vitales", agregó en referencias a los temas de discusión sobre la mesa.
Además del tema agrario, la agenda de las negociaciones incluye las garantías para el ejercicio de la oposición política, fin del conflicto armado, solución al narcotráfico e indemnización a la víctimas de la confrontación.
En cuando al aspecto político, De la Calle se extendió y expresó optimismo en lograr acuerdos "que permitan que las FARC empiecen su tránsito a la vida política sin armas".
"Estamos buscando acordar lo que tenemos que hacer para que, dentro de un marco de garantías tanto para el Estado como para la guerrilla, las FARC dejen de ser un grupo armado al margen de la ley y se conviertan en una organización política legal", dijo de la Calle en el comunicado.
"Para ello no tienen que abandonar su ideología y el gobierno no tiene que cambiar su modelo de sociedad. Por eso hemos dicho que no estamos negociando el modelo de desarrollo de Colombia, ni el sistema democrático de gobierno", agregó.
Pese a que las partes se han mostrado moderadamente optimistas desde el comienzo, el diálogo no ha estado exento de acusaciones mutuas.
El gobierno dijo días atrás que las FARC ha violado el cese al fuego que decretó unilateralmente hasta el 20 de enero.
Por su parte, la guerrilla ha acusado al gobierno de no acompañar el buen clima del diálogo con el mantenimiento de las acciones militares contra la insurgencia y con su negativa a un cese al fuego bilateral.
Las partes han sido muy discretas en informar sobre las conversaciones, un tema que se propusieron para evitar los errores que hicieron naufragar un intento similar hace una década.
De la Calle se mostró optimista de cara al futuro. "Recibiremos el año nuevo con renovada decisión de trabajo para no dejar perder esta oportunidad, con cautela, pero también con esperanza", dijo.