En su primer discurso como presidente, dejó claro que Raúl Castro, que se mantiene como jefe del Partido Comunista, seguirá a la vanguardia política de Cuba y que la estrategia diplomática del país se mantendrá inalterable.
La Habana. El nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, dijo el jueves tras jurar su cargo que dará continuidad a la revolución que inauguró casi seis décadas de gobierno comunista en la isla.
En su primer discurso como presidente, dejó claro que Raúl Castro, que se mantiene como jefe del Partido Comunista, seguirá a la vanguardia política de Cuba y que la estrategia diplomática del país se mantendrá inalterable.
"Entre muchas razones, el mandato dado por el pueblo a esta legislatura es la de dar continuidad a la revolución cubana en un momento histórico crucial", dijo al Parlamento.
Destacó seguidamente que esa continuidad "estará marcada por todo lo que debemos avanzar en la actualización del modelo económico".
"El momento histórico es crucial por todo lo que debemos hacer en el modelo económico y social”, insistió ante los más de 600 miembros del Parlamento.
Díaz-Canel, que cumplirá el viernes 58 años, afirmó que el país debe avanzar en la actualización del modelo económico y social, pero sin espacio para los que aspiran a una restauración capitalista.
El nuevo mandatario destacó la figura del ex presidente Raúl Castro en la historia de Cuba en largos pasajes de su intervención.
Garantizó además que la política internacional de la isla se mantendrá igual, aunque no hizo referencia a Estados Unidos.
"No negociaremos principios o condicionamientos. No cederemos ante presión o amenaza. Los cambios los seguirá decidiendo el pueblo cubano", manifestó.
Reformas pendientes. Díaz-Canel, que cumplirá el viernes 58 años, continuará un plan de reformas emprendido hace una década por Raúl Castro en busca de modernizar la estancada economía, incluyendo la necesidad de resolver un sistema de doble moneda y brindar mayor apertura al sector privado.
Y esto deberá hacerlo en medio de una fuerte desaceleración económica producto de la crisis de su aliado Venezuela, de una ineficiente cosecha de azúcar y de una posible baja en los ingresos del turismo después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, revirtiera la mejora en las relaciones lograda con el gobierno de Barack Obama desde 2014.
"La política exterior cubana se mantendrá inalterable (...) porque Cuba no hace concesiones contra su soberanía", dijo Díaz-Canel.
Expertos y muchos cubanos coinciden en que será muy compleja la herencia que toma Díaz-Canel con Estados Unidos.
"Es un bastón difícil de pasar de hombre a hombre como en una carrera de relevos en la pista", dijo Félix Vázquez, conductor de un autobús de turismo de 48 años.
Apoyo de Castro. El presidente saliente de Cuba, Raúl Castro, dijo que el nuevo jefe de Gobierno, Miguel Díaz-Canel, podría sucederlo más adelante en la jefatura del Partido Comunista, un cargo que el líder revolucionario ocuparía hasta el 2021.
"Cuando yo falte Díaz-Canel puede asumir también como primer secretario del Partido Comunista de Cuba", dijo Raúl.
También sostuvo que la elección "no es casualidad, se previó, y no dudamos que por las virtudes, experiencia y dedicación al trabajo que ha desarrollado, tendrá éxito absoluto en la responsabilidad que el órgano máximo del poder del Estado le ha asignado", afirmó Castro en su discurso ante la Asamblea Nacional en el habanero Palacio de Convenciones.
"Díaz-Canel no es un improvisado. Su promoción gradual a cargos superiores se aseguró con intencionalidad y previsión. No cometimos el error de acelerarla como en otros casos", afirmó Castro, de casi 87 años de edad.
*Con información de Reuters, Xinhua y El Espectador.