En su primera intervención como presidenta electa se comprometió a honrar a las mujeres brasileñas y a darle más valor a la democracia.
Brasilia. En su primera intervención como presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff asumió como meta erradicar la miseria en el país y se comprometió a honrar a las mujeres brasileñas y a darle más valor a la democracia.
Vistiendo con un traje beige, quien será la sucesora de Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que el hecho de que una mujer asuma por primera vez la presidencia en Brasil es una demostración del progreso democrático del país sudamericano.
Por ello, dijo que su primer compromiso será honrar a las mujeres brasileñas para que este hecho sea en el futuro natural y se propague a las distintas áreas productivas y sociales del país. “Sí, la mujer puede”, enfatizó.
“Aquí se encuentra una mujer en la presidencia de la República y se ha hecho a través de la decisión democrática del electorado, del ejercicio más elevado de nuestra sociedad”, dijo.
Como segundo compromiso dijo que le dará más valor a la democracia en su más amplia dimensión.
Sostuvo que “voy a proteger y cuidar la libertad de prensa; voy a proteger la libertad religiosa y de culto; voy a proteger y cuidar por la observación y respeto de los DD.HH. que han sido consagrados claramente en la Constitución”.
Rousseff dijo que la meta más ambiciosa de su gobierno será erradicar la miseria en el país, para lo cual llamó a toda la nación a unirse para lograr ese objetivo.
“Esta meta ambiciosa no se realizará solamente por medio de la voluntad del gobierno. Es importante, sí, pero esta meta es un llamamiento a toda la nación… no podemos descansar mientras haya brasileños con hambre, familias que viven en las calles”, puntualizó.
Apertura comercial. Además, la presidenta prometió el domingo que no recortará programas sociales ni gastos en infraestructura y dijo que continuará la política oficialista de crear fuertes vínculos comerciales con otros países.
Explicó que “vamos a continuar con la apertura de las relaciones comerciales, para terminar con el proteccionismo de los países ricos, que les impiden a las naciones pobres progresar. Vamos a luchar contra el proteccionismo que existe en el mundo”.
Rousseff dijo que mantendrá su compromiso de reafirmar la estabilidad económica y que trabajará para lograr una reforma política.
Aseguró que “vamos a proteger y cuidar nuestra economía con responsabilidad. El pueblo brasileño no acepta más inflación como solución irresponsable para llegar a un equilibrio financiero”.
En este sentido dijo que “haremos todos los esfuerzos para mejorar la calidad del gasto público de Brasil, para simplificar la tributación y para mejorar los servicios públicos”.
En cuanto a la oposición, indicó que “quiero extenderles la mano. Por mi parte, no habrá discriminación ni privilegios ni amiguismo”.
Añadió que “le daré valor a la transparencia en el gobierno público, en la administración pública”.
En la parte final del discurso le agradeció especialmente al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, al pueblo brasileño, a la prensa y a su equipo de trabajo.