El controvertido cantante cristiano y ex periodista Fabricio Alvarado Muñoz registró un 57,35% de apoyo frente al 42,65% del exministro Carlos Alvarado Quesada, según una encuesta de OPol Consultores.
San José. Un diputado evangélico lidera la intención de voto para la segunda vuelta de las presidenciales de Costa Rica en abril, con una sustantiva ventaja de más de 14 puntos frente a su rival oficialista de centroizquierda, según un sondeo publicado el viernes.
El controvertido cantante cristiano y ex periodista Fabricio Alvarado Muñoz registró un 57,35% de apoyo frente al 42,65% del exministro Carlos Alvarado Quesada, según una encuesta de OPol Consultores, realizada el 8 y 9 de febrero con 2.000 entrevistas y un margen de error del 2,2%.
Alvarado Muñoz, de 43 años, se convirtió en un fenómeno por su promesa de vetar la orden de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para legalizar el matrimonio homosexual, que lo llevó a ganar la primera vuelta del 4 de febrero con un 25%, lejos del 40% que da la victoria inmediata.
Además, su partido se disparó desde un único curul que él ocupaba desde 2014, a 14 de los 57 diputados de la fragmentada Asamblea Legislativa, donde el poderoso Liberación Nacional ganó 17 diputados pese a que su candidato no pasó de ronda por primera vez en décadas.
Por su parte, el oficialista Alvarado Quesada clasificó inesperadamente después de que la amenaza conservadora movilizó a sus bases, desmotivadas con el presidente Luis Guillermo Solís por los escándalos de corrupción que salpicaron su gobierno y el récord de homicidios en el pacífico país centroamericano.
Alvarado Quesada, escritor y excantante de rock de 38 años, tendrá la difícil tarea de captar a los votantes de los excandidatos en un país cuya mayoría católica comparte con los evangélicos el rechazo al matrimonio igualitario, la educación sexual en las escuelas públicas y el aborto bajo cualquier circunstancia.
Su partido Acción Ciudadana (PAC) quedó con 10 diputados, por lo que de ganar tendría un panorama legislativo aún más complicado que el de su aliado Solís, cuyas propuestas clave como una amplia reforma fiscal quedaron estancadas por falta de apoyo en la Asamblea.
El estudio calculó que los indecisos representan un 11,3% del total de la muestra, mientras que un 23,2% dijo que no votará en los comicios.