Tras dos meses de intensos debates, los diputados analizaron en el plenario cinco proyectos que prevén el respeto a la calidad de vida de pacientes con enfermedades irreversibles, en estado vegetativo o de agonía.
Buenos Aires, Andina. La Cámara de Diputados de Argentina aprobó hoy con 140 votos a favor y seis en contra una polémica legislación sobre “muerte digna” que otorgaría a pacientes terminales el derecho de negarse a recibir tratamientos médicos.
Tras dos meses de intensos debates, los diputados analizaron en el plenario cinco proyectos que prevén el respeto a la calidad de vida de pacientes con enfermedades irreversibles, en estado vegetativo o de agonía.
En una sesión maratónica, hubo legisladores que criticaron la eutanasia y advirtieron que es deber de todo médico preservar la vida de cualquier enfermo, sin ningún tipo de excepción, aún si ya no tiene esperanzas de mejorar.
Pero la mayoría se pronunció a favor de la ley para impedir el sufrimiento que se produce en el propio paciente y en sus familiares ante situaciones extremas en las que ya no hay posibilidad alguna de recuperación.
Entre las iniciativas, según Notimex, destacó la firmada por la diputada oficialista Liliana Fellner, quien especifica el derecho a la protección de la calidad de vida frente a diagnósticos médicos y tratamientos invasivos.
Mientras, el diputado socialista Jorge Rivas, propuso cambios a la Ley sobre Derechos del Paciente, Historia Clínica y Consentimiento Informado para que incorpore la figura de "muerte digna".
En su proyecto, criticó que algunos tratamientos médicos se basen en la "negación de la muerte" a través de "medidas desproporcionadas que prolongan la vida de forma artificial, penosa y gravosa".
Rivas, quien quedó paralítico y sin capacidad de hablar luego de un asalto, propuso que el paciente pueda tomar decisiones autónomas para elegir los cuidados paliativos integrales que quiere recibir, así como la suspensión de tratamientos.
Luego de esta media sanción, la palabra final sobre la ley de "muerte digna" la tendrá el Senado, que el próximo deberá votar por su ratificación o rechazo.
