La ratificación de Omar Quezada como secretario general del partido oficialista, uno de los dos cargos más importantes del partido, fue interpretada como un desafío a la autoridad.
Lima. El partido oficialista de Perú mostró este viernesuna fuerte división y hasta desafió al Gobierno del presidente AlanGarcía al ratificar a uno de sus dirigentes clave, acusado decorrupción en un caso que ha mellado la credilidad de la actualadministración.
El primer ministro de Perú, Javier Velásquez,rechazó la decisión del APRA de ratificar a Omar Quezada comosecretario general institucional del partido, uno de los dos cargos másimportantes del grupo político vigente más antiguo del país.
"Laverdad que me preocupa el hecho que el Comité Ejecutivo (del partidooficialista) haya decidido ratificar la confianza al compañero Quezadaen la secretaría general, en un abierto desafío a lo que espera lamilitancia", afirmó Velásquez.
Quezada fue presidente hastahace unos días de una entidad estatal que formalizaba predios públicos,cargo al que tuvo que renunciar luego de denuncias de que la entidadvendió a precios irrisorios y de forma irregular inmensos terrenos delEstado.
Este escándalo de corrupción había estallado pocodespués de que se difundiera un audio que comprometía al legislador yex primer ministro Jorge del Castillo abogando por una empresapetrolera que buscaba menores pagos de regalías.
Tras ladenuncia, Del Castillo tuvo que pedir licencia a la secretaria generaldel APRA, el segundo cargo más importante del grupo, luego de unareunión con el presidente García.
"He pedido que en laspróximas 24 horas el Comité Ejecutivo Nacional pueda reevaluar yreconsiderar esta decisión que evidentemente no fija una posición muyclara del partido frente a los graves hechos que se vienendenunciando", dijo Velásquez.