El contratista, que promovía planes de sustitución de cultivos ilegales entre campesinos, había sido privado de su libertad en una carretera cercana al municipio de Miraflores, en el departamento del Guaviare, donde fue interceptada una caravana de vehículos por hombres armados que lo obligaron a descender y se lo llevaron.
Bogotá. Un contratista de Naciones Unidas que había sido secuestrado hace dos meses por un grupo disidente de las FARC en una zona selvática del suroeste de Colombia, fue liberado sano y salvo por sus captores, informó el miércoles el Gobierno.
El contratista, que promovía planes de sustitución de cultivos ilegales entre campesinos, había sido privado de su libertad en una carretera cercana al municipio de Miraflores, en el departamento del Guaviare, donde fue interceptada una caravana de vehículos por hombres armados que lo obligaron a descender y se lo llevaron.
"Contratista de ONU secuestrado por crimen organizado residual en Guaviare ha informado a sus superiores que fue liberado por sus captores", dijo el Ministerio de Defensa colombiano vía Twitter.
Representantes de Naciones Unidas en Colombia no suministraron más información de inmediato sobre el contratista liberado.
El funcionario de la ONU, de nacionalidad colombiana, permaneció en poder del frente primero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), una estructura dedicada al narcotráfico que se apartó el acuerdo de paz y que continúa con sus actividades ilícitas.
Casi 7.000 excombatientes de las FARC concluyeron la entrega de sus armas a la ONU y avanzan en la conformación de un partido político como lo establece el acuerdo de paz que se firmó para poner fin a un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados.
Sin embargo, alrededor de 300 combatientes de seis frentes de esa guerrilla que operan en zonas selváticas se apartaron del acuerdo y se declararon en disidencia, según fuentes del Ejército.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenó a las fuerzas militares perseguir a las estructuras de las FARC disidentes que ven más incentivos en el narcotráfico y la minería ilegal que en dejar las armas.